Asesinan a un ourensano en México tras asaltar su negocio

Carlos Estévez, natural de Avión, de 66 años, recibió doce disparos en un asalto a su lavandería

El ourensano Carlos Estévez Álvarez, natural de Avión, fue asesinado el sábado en Ciudad de México. El empresario, de 66 años, recibió doce disparos en un asalto organizado por tres personas en la lavandería que había abierto en la capital. Las investigaciones apuntan a que fue un intento de secuestro. El negocio era parte de una cadena hotelera que regentaba junto a su hijo, Carlos Miguel Estévez. 

El hijo relataba ayer a este diario cómo sucedieron los hechos tras recuperar el cuerpo de su padre en México. Hace dos años decidieron abrir una lavandería solo para uso del hotel, un negocio interno que ubicaron en un callejón solitario, dado que no estaba previsto para uso del público. “Aquel día estaba desierto. Mi padre entró en la lavandería para recoger dinero para pagar a sus empleados. Salió y se encontró a tres sujetos. Conocía a uno de ellos, que le pidió ayuda porque al parecer se le había estropeado el coche”, explica. Los asesinos le dijeron al ourensano que se habían quedado sin batería. Entonces, Estévez movió su furgoneta para ayudarles. “Le pidieron que se pusiese paralelo a ellos -para que el coche, que en teoría estaba roto, pudiese salir-. En ese momento uno de los tres agresores sacó su arma. Mi padre sacó la suya al mismo tiempo y disparó tres veces. Impactó al menos un tiro. Pero finalmente los tres hombres le acribillaron”, indica el hijo. Al ver cómo el ourensano moría, los autores del tiroteo escaparon. 

Un secuestro a sus espaldas

Carlos Estévez tenía una pistola porque no era la primera vez que la familia tenía problemas. “Hace un año y medio intentaron secuestrarme”, afirma su hijo, que salió ileso porque logró escapar y desde entonces lleva guardaespaldas. El asesinado no quería porque pensaba que sería una forma de llamar la atención. “Prefirió comprarse un coche viejo y una pistola, así que tras mi secuestro se sacó la licencia”, relata su primogénito. 

Ahora, el huérfano se plantea su futuro. “No sé, quizá volvamos a Galicia porque aquí parece que hay que contratar un ejército para estar seguro”, dice con dolor. Según los datos que le aportaron en la fiscalía de Ciudad de México, solo dos de cada cien asesinatos se resuelven en este país americano. 

Reacción en Avión

La madre del fallecido, una mujer de 87 años residente en la aldea de Casar do Nabo -un núcleo de 11 habitantes- recibía también la noticia. Según una vecina cercana, necesitó asistencia médica al conocer que su hijo había sido tiroteado. Esta residente, A.G., relata que muchos habitantes de la localidad conocen al fallecido “de toda la vida”. Allí pasaba los veranos, en Casar do Nabo, y vivió hasta los 14 años, cuando sus padres decidieron abrirse camino en México. El ourensano nunca volvió, sino que estableció su vida al otro lado del charco. Los vecinos lo recuerdan -algunos emigraron paralelamente en el tiempo- y lamentan su pérdida. 

29 asesinatos en la diáspora

No es la primera vez que un ourensano de Avión fallece en México este año. En enero, un menor de 12 años con raíces ourensanas fallecía tras ser cosido a disparos en su propia casa, en la ciudad de Tenancingo. Se llamaba Hugo Carvajal Cota y era nieto de un matrimonio de Avión, Marisol y Gustavo Cota. Su madre resultó además gravemente herida al ser alcanzada por varios disparos. 

Con el caso de Carlos Estévez, ya suman 29 asesinatos de ourensanos en la diáspora cometidos los últimos 15 años. Los casos destacan sobre todo en México y Venezuela, pero también hubo en Panamá, Colombia y Argentina. El caso previo al de este menor fue en marzo de 2020. Alberto Fornos, un empresario de Beariz, recibió un tiro a la salida de un hotel. Antes, en 2018, Daniel Balboa  fue hallado muerto en Guadalajara. Desde el principio se barajó que había sido el blanco de un asesinato por temas laborales. El fallecido tenía varios negocios en diferentes países de Latinoamérica. 

Solo tres meses antes, otro ourensano recibía un disparo en la sien. Se trataba del también oriundo de Beariz, Manuel Teixeira, de 62 años, un hostelero que ya estaba en vías de retorno. Lo hallaron muerto tras el tiro en el maletero de su automóvil, que estaba matriculado en Jalisco. La policía mexicana investigó el suceso, pero nunca se llegó a efectuar ninguna detención. 

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