TRIBUNALES

La Audiencia da luz verde para juzgar a un párroco de Avión por abusos

Los hechos ocurrieron en Avión en el año 2006 cuando el niño preparaba la Primera Comunión

La Audiencia de Ourense, en un auto que es firme, ha dado luz verde a que el sacerdote Pablo Serafín E.D., que ejerció en varias parroquias de Avión, sea juzgado por abusos sexuales en base al relato de un niño de 10 años cuando preparaba la comunión a título particular con el denunciado. La sala desestimó el recurso de apelación del abogado del investigado para intentar archivar las diligencias penales que llevó el Juzgado mixto de Ribadavia.

La resolución judicial coincide con el letrado de la defensa en la escasa prueba existente en el asunto pero, matiza, que los indicios -limitados a la declaración "persistente" del menor- "no permiten el sobreseimiento de la causa, si perjuicio de la valoración que en su momento se haga.

La Audiencia concluye que la valoración del testimonio del joven, que ya es mayor de edad, la concurrencia de los parámetros de veracidad así como la incidencia psicológica que haya podido padecer "debe ser objeto de tratamiento en el plenario (juicio)" . 

Los hechos que fueron denunciados en el año 2017 supuestamente ocurrieron en 2006 cuando el inculpado ejercía su función sacerdotal en la parroquia de Avión y el perjudicado recibía catequesis particulares, en la casa del cura,  al margen del grupo de preparación con otros niños. 

  El menor relató años después que en la casa ocurrieron escenas subidas de tono como "tocamientos en el muslo", porque le decía que tenía una pierna bonita;  o de forma lasciva en los hombros y espalda o incluso llegando Pablo Serafín E.D. a recibirlo en ropa interior con la excusa que hacía calor.  Ese día, el joven asegura que lo acarició en la pierna y posteriormente en los genitales.

Asimismo, el autor de transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado hace alusión a un hecho ocurrido en la iglesia de Abelenda cuando el cura le explicó el sacramento de la confesión.  El inculpado confesó al niño en un banco, ante la negativa a ir al confesionario. Allí, refiere el denunciante, le preguntó insistentemente si se masturbaba con frecuencia y si tenía pensamientos impuros con mujeres.

El Obispado de Ourense apartó cautelarmente al imputado del ejercicio público del ministerio pastoral cuando se inició el proceso judicial y se inició una investigación canóniga. Ante la falta de indicios sólidos y teniendo en cuenta el apoyo de los fieles, volvió a incorporarse, aunque con ciertas restricciones. Posteriormente, el obispo, Leonardo Lemos, acordó apartarlo de nuevo de forma cautelar  con el fin "de evitar el escándalo, defender la libertad de los testigos y garantizar el curso de la justicia mientras que el procedimiento judicial no concluya". También invocó "la buena fama" del sacerdote y la presunción de inocencia que le asiste. 

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