El Concello de Castrelo de Miño reparó y reformó la Fonte da Cal, en Prado, al mismo tiempo que acondicionó su entorno. Se trata de un lavadero de piedra y cemento conectado a una fuente y una pía antigua. Las obras consistieron en la retirada de uralita y eliminación del revestimiento de cemento y de la construcción que escondía la canalización, además de realizar la impermeabilización de toda la estructura, el saneamiento de paredes y pintado. Asimismo, se instaló el suministro de agua y se construyó un muro de contención, realizando también el encintado, entre otras intervenciones.
Según declara el alcalde, Avelino Pazos, tanto la estructura como todo el entorno se encontraba en muy mal estado. “A zona de lavadoiro contaba cunha estructura de ferro con uralita e tella e apreciábanse importantes problemas de filtracións tanto no vaso do lavadoiro coma na fonte anexa”.
Además, señala que “non existían canalizacións para o vaciado dos vasos e as de recollida de augas pluviais estaban en mal estado de conservación, ademais de non contar coas pendientes apropiadas para unha correcta evacuación”.
Asimismo, se refiere a que en el entorno había “un muro de mampostería sen revocar e en pésimas condicións”.
Con la intervención, el Concello ha recuperado un elemento de importante valor etnográfico al mismo tiempo que ha embellecido todo este entorno de la parroquia de Prado, siguiendo el plan iniciado para la rehabilitación de espacios que consideran de interés para residentes y visitantes.
