ENTREVISTA

"Considero que el beneficio para las bodegas está en el mercado nacional"

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photo_camera Cristina Alcalá

Cristina Alcalá es la gerente del Consello Regulador de Denominación de Orixe Ribeiro

Cristina Alcalá ha cumplido un año en la gerencia del Consello Regulador da Denominación de Orixe Ribeiro, una etapa durante la que  ha mantenido un intenso ritmo de promoción de los vinos, tanto en los mercados nacionales como en el exterior. Después de un año estudiando la idiosincrasia de esta zona vitivinícola considera que es conveniente continuar poco a poco abriendo puertas en el extranjero pero, sobre todo, incidir en el mercado nacional al que pueden acceder de forma más fácil la totalidad de las bodegas. Preocupada por el relevo generacional y la pérdida de viñedos, piensa que las administraciones deben facilitar el trabajo de los viticultores.

¿Se han cumplido sus expectativas en este año como gerente? 
Sinceramente sí, porque me había planteado este año cómo transición para entender bien el trabajo que habían hecho el anterior gerente y presidente y ver como funciona el Consello Regulador, ya que no tiene nada que ver la imagen que proyecta con lo que realmente es. Por eso, pretendía conocer al personal y la idiosincrasia del Ribeiro y solucionar algunos atascos pendientes. A 31 de diciembre puedo decir que estoy satisfecha de lo que se ha hecho internamente y de mantener el ritmo tan fuerte de promoción que había, a base de trabajar entre 13 y 14 horas cada uno de los días.

¿Qué objetivos le quedan por alcanzar?
A corto y medio plazo, lograr de la ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) la acreditación como certificadores de calidad. Cuando entré en el Consello Regulador estaba avanzado el manual de calidad pero le hacía falta un empuje para que a finales de este año esté listo. Esta acreditación también depende de las bodegas, que tienen que ser sometidas a una auditoría sobre el proceso de elaboración del vino. Otro objetivo está en mantener el ritmo y el buen programa de promoción, porque el Consello Regulador se asienta en dos pilares: Control y mantenimiento de la calidad y la promoción de la marca Ribeiro, que tiene la capacidad de unir a las bodegas. También estamos trabajando para cambiar de sede y trasladarnos al antiguo centro comarcal que nos cede la Xunta. Esperamos firmar la cesión este año y después habrá que buscar la financiación para adaptar las instalaciones. Además, voy a continuar mi recorrido para conocer personalmente todas las bodegas. Ya conozco varias, pero tengo que visitarlas todas.

La promoción de los vinos en el extranjero ha centrado buena parte del trabajo en los últimos años. ¿Mantendrá la misma tendencia?
Este año pasado hemos abierto dos mercados contemplados en el plan estratégico del Consello Regulador. Estuvimos en México, con buenos resultados, teniendo en cuenta que era la primera vez que presentábamos la Denominación; y en este mes de enero vamos a recibir la primera misión inversa de Estados Unidos con la presencia en O Ribeiro de importadores, prensa especializada, restauradores, entre otros profesionales del sector de ese país. Además, en febrero cerraremos la tercera fase en Puerto Rico, con ayuda del Igape, OCM y la Consellería de Medio Rural.

¿Cuánto se exporta en la actualidad y cuáles son sus objetivos en ese terreno?
La exportación es bastante baja, en torno a un 10% de la producción. El objetivo es seguir en los mercados que se han fijado, porque la capacidad económica es también limitada, por lo que pienso que deberíamos incidir en el mercado nacional. Hay que ir creciendo poco a poco en el exterior, pero con la situación actual, se llega más rápido al mercado nacional. Considero que el beneficio para todas las bodegas está en el mercado nacional, para el que tienen más capacidad. El mercado nacional es importante para la generalidad del Ribeiro y por eso es importante también gestionar bien la marca fuera de España con la calidad siempre por delante.

¿Satisfechos de que el Gobierno no haya subido los impuestos al vino?
Todo lo que ayude a fomentar el consumo responsable, bienvenido sea , y por eso en l a Denominación de Orixe Ribeiro estamos haciendo muchas acciones pensando en el consumidor de Galicia y de fuera de Galicia. Somos un país de los primeros productores de vino y es importante que la clase política y las administraciones sean conscientes de la importancia del sector vitivinícola. Creo que la Administración gallega percibe esa importancia y quiere poner en valor el sector, consciente del valor del vino gallego.

En la Denominación de Orixe Ribeiro existe una gran preocupación por la falta de relevo generacional. ¿Cómo ve usted la situación?
Es una preocupación que comparto totalmente, porque es un problema muy complejo y difícil de atajar entre la falta de relevo y la pérdida de viñedos. Pero es un problema que trasciende al Consello Regulador, es social, político y económico. Nosotros, desde el Consello Regulador, hemos transmitido esta situación a la Consellería de Medio Rural porque pensamos que se deberían tomar medidas.

¿Qué medidas podrían solucionar este problema?
La Administración tendría que dar facilidades al trabajo del viticultor, para mantener el viñedo y que sea más rentable, porque hay que tener en cuenta que es el pilar de la economía local.

Una de las dificultades está en la falta de un contrato homologado que garantice la compra y el precio de la uva en cada campaña. ¿Qué opina?
El Consello Regulador no puede meterse en los precios de la uva. Es algo que nos comentan muchos viticultores, que piensan que debe implicarse, pero nuestras funciones consisten en poner en valor el producto, abrir puertas para la venta y velar por la calidad. Hay problemas en O Ribeiro que trascienden al Consello Regulador. 

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