Expertos aconsejan añadir maduración a los vinos blancos

La sala de catas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro, en Ribadavia, fue ayer el escenario de la cata para la concesión de los galardones “Distincións Gallaecia 2022” a los mellores vinos y para la elaboración de la edición 2023 de la Guía Luis Paadín de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia. 

En ella participaron 150 vinos de la Denominación de Origen Ribeiro, entre blancos y tintos, que fueron catados por miembros de la Asociación de Sumilleres Gallaecia y catadores invitados. De esta cata, con un 15% más de vinos que el año pasado, saldrán seleccionados los mejores vinos de la D.O. Ribeiro, según el criterio de los expertos. 

El presidente de la Asociación de Sumilleres Gallaecia, Pedro Sestayo, define la cata realizada en Ribadavia como muy dinámica. Al respecto, señala que “los vinos de la cosecha 2021, siendo una añada muy complicada, son frescos, sin demasiada complejidad, donde la añada está muy marcada, se aprecia mucho el trabajo de los que lo hacen bien”.

El sumiller añade que “nos encontramos vinos de cosechas anteriores, como por ejemplo algunos de la 2020 y 2019, que son espectaculares, guardan su complejidad de la cosecha y ahora se muestran más maduros”. Sestayo considera que más vitivinicultores “deberían guardar sus viños en bodega y sacarlos al mercado más tarde para que el público final pueda disfrutar más de ellos, como lo hacemos nosotros”.

En el sentido de esta comparativa, también es de la misma opinión Juan Manuel Casares, presidente del Consejo Regulador, al apuntar que “hay que desterrar el tópico de que los vinos blancos del Ribeiro sólo se pueden consumir en el plazo máximo de un año, ya que al ser un organismo vivo y en constante evolución, el vino conservado en bodega durante más tiempo va a tener una maduración más acabada y, por lo tanto, va a ganar en calidad”.

Por otra parte, el propio Casares destaca el incremento registrado en el número de vinos presentados, un 15% con respecto a años anteriores, “una cifra que desde el Consejo Regulador valoramos muy positivamente, ya que, por un lado, comprobamos el esfuerzo de nuestras bodegas y colleiteiros y, por otro, es muy indicativa de que estamos haciendo las cosas bien a nivel de la Denominación”.

En referencia a los tintos, los catadores alabaron su enorme versatilidad. “Encontramos vinos maduros, otros más frescos, algunos en los que predominan los aromas primarios y terciarios”, según comentaron.

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