Los vecinos de Covelo realizaron la representación en el pueblo, prescindiendo este año de los bueyes y sin subir al Coto da Raña
Los vecinos de Covelo, en Melón, a punto estuvieron de suspender su ancestral ritual de Entroido por causa de la persistente lluvia durante la mañana de ayer. Finalmente, decidían acortar la representación, prescindiendo de los bueyes que tiran del carro, que representa un altar para los santos Entroido y Entroida, dos muñecos de paja vestidos con ropas de hombre y mujer que abren el cortejo real.
Por el mismo motivo, tampoco subieron al Coto da Raña y realizaron únicamente una pequeña escenificación en el mismo pueblo.
Eso sí, el cortejo estaba al completo, con el rey del Entroido a lomos de un caballo custodiado por los "mayordomos" y "danzantes", encargados de protegerle durante todo el camino de los sucesivos ataques de los "soldados", que intentaron arrebatarle la corona continuamente. Finalmente, siempre triunfa el rey del Entroido para que pueda volver a celebrarse la fiesta el año que viene.
Se trata de uno de los entroidos más ancestrales de Galicia, en el que también se incorporan a mayores otros personajes como el "juez" y el "bobo".
Al final, después del corto recorrido de este año, se subastaron como es habitual piezas de carne de cerdo y hasta un cabrito. Los vecinos también ofrecieron dulces y licores a los asistentes.
