“O revestimento presentaba importantes problemas de filtracións pola falta de impermeabilización, roturas e mesmo pintadas por actos vandálicos, e estado xeral de abandono”, apunta el alcalde, Avelino Pazos.
La rehabilitación consistió en la retirada del tejado por una empresa especializada. Posteriormente, se realizó una limpieza con agua a presión y se procedió a la retirada del cemento que recubría las paredes del lavadero. Asimismo, se aplicó latex y se colocó una canalización.
La intervención se completó con el revestimiento de mortero en las paredes, impermeabilización de los pilones; colocación de vigas en la cubierta; hormigonado del suelo creando pendientes de desagüe; colocación de teja del país; encintado de muros; pintado y colocación de piedra en el lavadero y perímetros.
Así se logró el objetivo de conservar su forma original, que estaba muy deteriorada.