La Diputación asumirá el coste de la puesta en funcionamiento tras incluirlo en el plan termal
Técnicos de la Diputación de Ourense inspeccionarán hoy el nuevo balneario de Berán (Leiro) para comprobar el estado en el que se encuentra el aparataje, que nunca ha funcionado desde que se remataron las instalaciones, en el año 2003. La institución provincial asumirá el coste de las reparaciones y las reformas que sean necesarias con vistas a la próxima apertura del establecimiento, que ha sido incluido en el Plan termal de la provincia. La falta de uso del balneario ha motivado algunas deficiencias en el edificio debido sobre todo a la filtración de agua, y las obras supondrán una inversión de aproximadamente 20.000 euros, según indicó el presidente de la Entidad Menor de Berán, Tomás Lorenzo. Falta ahora por concretar los posibles daños de la maquinaria, que revisarán los técnicos para ponerla a punto.
Tomás Lorenzo calcula que el nuevo balneario podrá empezar a funcionar durante el próximo verano. Una vez que la Diputación ejecute las reparaciones, será la Entidad Menor la que decida sobre su gestión. Para ello se barajan varias fórmulas, que pasan por ser asumida por la propia Entidad, aunque el presidente se inclina más por la creación de una sociedad mixta junto con una empresa privada o por la concesión mediante concurso público. Tomás Lorenzo asegura que al menos hay cuatro empresas interesadas en explotar este balneario, una de ellas de fuera de Galicia, con la que mantuvo contactos en estos días en Xestur. "Xa fixo unha visita ás instalacións e vai volver a Berán outra vez", puntualizó.
El relanzamiento de Berán como aldea termal también incluye seguir manteniendo activo el viejo balneario, que en los últimos años se abre al público durante el verano, y que la Entidade Menor pretende que funcione a partir de Semana Santa.
El nuevo establecimiento fue construido por la Administración autonómica. Sin embargo, nunca llegó a funcionar debido a una serie de obstáculos que surgieron a lo largo de los últimos años. Fue necesaria la resolución de varios litigios judiciales interpuestos por un propietario de los terrenos afectados y, además, la falta de acuerdo entre los anteriores gobiernos del PP en Berán con el PSdeG, también retrasaron su apertura, que después se hizo imposible con la llegada de la crisis económica y la falta de empresas interesadas en optar a su gestión.
