La calle Carballiño, en Ribadavia, será sometida durante el próximo verano a una completa reforma para poner fin a los hundimientos que se producen en la calzada y también a los abundantes baches que están causando considerables molestias e incluso perjuicios económicos a los conductores.
Responsables de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y de la Axencia Galega de Infraestructuras confirmaron ayer al alcalde, Marcos Blanco, que se realizará una inversión de 110.000 euros.
El regidor entregó una memoria sobre el coste de las obras con vistas a la redacción del correspondiente proyecto, que incluirá el levantamiento del asfaltado y el relleno y asentamiento de la zanja que se había abierto en el centro para la instalación del gas y que es la que está provocando los hundimientos. Seguidamente, se cubrirá de aglomerado en caliente y se señalizará. Marcos Blanco declaraba que 'viron que a situación é preocupante e que pode ser peligrosa para vehículos e incluso peatóns', añadiendo que 'chegan tarde pero agora vaise facer'.
La reforma de esta calle, que es el principal acceso a la villa, se realizó entre los años 2006 y 2007. Fue en 2011 cuando el Concello realizó la primera reclamación, advirtiendo del mal estado del vial y enviando escritos a la Consellería siempre que surgían nuevas deficiencias. Como no se obtenía respuesta, en enero de 2013 se presentó una queja ante el Valedor do Pobo.
Finalmente, se ejecutará el proyecto en un tramo que abarca 850 metros de longitud, desde la calle Progreso al Instituto.
