O Ribeiro busca salida a la caída de productores y viñas

La actualización del registro vitivinícola deja un panorama bastante desolador en O Ribeiro contra el que están tomando diversas medidas desde el Consello Regulador de esta Denominación de Origen, entre las que anuncia para el próximo año la realización de un catálogo de tierras abandonadas y susceptibles de ser plantadas con un cambio de calificación como pueden ser los montes comunales y con el objetivo de poner en manos de la Xunta esta herramienta para movilizar la tierra. "Para que o Ribeiro non entre en declive necesitamos o apoio da Xunta e incrementar a superficie productiva dentro da propia denominación", apunta el presidente del Consello Regulador, Juan Manuel Casares. El registro actualizado indica que se han reducido en gran medida las hectáreas productivas, el número de viticultores y el número de bodegas, siendo los más afectados los "colleiteiros", que son en la actualidad 56, cuando solamente hace tres años alcanzaban los 72. El presidente de la Asociación de Colleiteiros, Brais Iglesias, lo atribuye "ás dificultades dos mercados pola situación de peche da hostelería, a canle principal de comercialización dos seus viños, uníronse as inclemencias meteorolóxicas: xiadas e choivas na primavera e seca no verán, que mermaron as colleitas, igual que no 2017, e no 2018", añadiendo que "a figura do colleiteiro é esencial para entender a historia e a tradición do Ribeiro. É unha figura a valorar, defender e promocionar pola calidade e diversidade dos seus viños, polo seu apego ao territorio, e porque contribúen de xeito determinante á imaxe de excelencia no Ribeiro". Juan Casares recuerda que algunos de esos "colleiteiros" se han transformado en bodegas porque no podían comprar la uva a otros viticultores y la necesitaron a raíz de las cosechas escasas. El número total de bodegas en 2010 era de 120 y en la actualidad son 109, pero industriales son siete más respecto al 2017, mientras que los "colleiteiros" son 16 menos. En cuanto a viticultores pasaron de 6.034 a los 1.650 actuales y las hectáreas de 2.789 a 1.374. Juan Casares matiza que "o Ribeiro vivía nunha irrealidade e por iso actualizamos o rexistro para ter unha radiografía perfecta cara o 2021". Descenso preocupante de “colleiteiros" Brais Iglesias considera preocupante el descenso en el número de "colleiteiros" y afirma que tampoco tiene claro que el aumento de las siete bodegas industriales tengan todas procedencia de "colleiteiros". Para proteger esta figura proponen cambios como "a precinta certificadora de colleiteiro, para que os consumidores poidan identificar claramente os nosos viños". Después de entrar en el mercado de la alimentación a raíz de la pandemia con los vinos Xuntos e Xuntas a través de Carrefour y Alcampo, trabajan ahora para incorporarse a otras cadenas. La reducción de superficie y viticultores lo achaca Juan Casares al abandono generalizado del rural y la falta de relevo generacional, lo que provoca que la tierra quede inmovilizada cuando se podría vender o alquilar. De ahí, el proyecto de realizar el catálogo de tierras en 2021 que propondrá al pleno del Consello Regulador. Otros mecanismos que se han puesto en marcha son la venta online y "conseguimos a subida do precio da uva no 2019 que se mantuvo este ano" y añade que "necesitamos máis terra dispoñible e os viticultores máis profesionais, revalorizar o papel do viticultor, que teñan precios xustos para facer unha profesión atractiva para os mozos".