El pleno de la Mancomunidade do Ribeiro dio cuenta ayer de la liquidación económica por la prestación de servicios durante el 2019, por un montante total de 673.717 euros, en torno a 39.000 euros más que han tenido que pagar de incremento los cinco municipios que forman parte del ente comarcal, en relación al ejercicio anterior. El aumento de las aportaciones se ha debido, según apuntó el presidente de la mancomunidad, Francisco José Fernández, a la subida del salario mínimo interprofesional de los trabajadores y a la inversión realizada para el reforzamiento del servicio del punto limpio. En este caso, se gastaron 118.999 euros en la adquisición de un nuevo camión y en el acondicionamiento del acceso al lugar en donde se almacenan los residuos voluminosos, de los que 95.000 euros fueron subvencionados.
Dentro del apartado de servicios varios, cuya partida asciende a 64.966 euros, se produjo una bajada en el coste a los concellos de 8.500 euros, fundamentalmente porque en este pasado ejercicio no hubo que liquidar ningún taller de empleo. Además de obradoiros, aquí se incluyen cursos, orientación laboral y agentes de desarrollo rural.
En lo que concierne a la prevención y extinción de incendios también se produjo una disminución del gasto en 8.000 euros, alcanzando los 122.140 en su totalidad. "A baixada debeuse a que desbrozamos máis hetáreas de monte e houbo menos incendios", puntualizó el presidente.
No obstante, recaudación ha sido uno de los capítulos en los que el gasto ha sido mayor, hasta 15.000 euros más, debido al incremento del sueldo del personal, llegando hasta los 59.600 euros. La recogida de residuos urbanos también se incrementó en 9.000 euros, hasta los 230.546 euros, por los salarios y a la inversión en la adquisición del camión y reparación de la explanada en las instalaciones de la mancomunidad. Sin embargo, en donde ha subido más el gasto ha sido en los Servicios Sociales. Mientras que en personal de asistencia social llegó a reducirse en 1.000 euros, el incremento fue de más de 60.000 euros en el gasto que supusieron los auxiliares a domicilio, situándose el coste total en 577.000 euros, de los que 145.000 son aportados por los concellos.
