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Voluntariado social: viajar, aprender... y sentirse útil

nioss
photo_camera Algunas de las experiencias de voluntariado son trabajando con niños.

La Oficina Municipal de Información Xuvenil de Ribadavia busca a jóvenes para un voluntariado de 12 meses en Bulgaria, una iniciativa con varias ediciones que obtuvo un gran éxito

Viajar y conocer otros lugares es uno de los retos y deseos de la mayoría de jóvenes hoy en día, que disfrutan planeando escapadas y gozan de muchas facilidades gracias a las redes sociales y nuevos portales de búsqueda. Partiendo de esta idea nació un programa a nivel europeo que pretendía mover a chicos y chicas por el continente conjugando esta experiencia con trabajos de voluntariado social. La Oficina Municipal de Información Xuvenil (Omix) de Ribadavia se unió a esta iniciativa allá por el año 2002 con la idea de hacer llegar esta oportunidad a personas también del rural, no sólo de grandes ciudades. 

"Aproveché para conocerme a mí misma y aprender idiomas; me abrió puertas laborales"

Durante estos más de 15 años, decenas de chicos han pasado por este centro, igual que otros tantos han salido de Ribadavia a otras partes de Europa. En la actualidad se encuentran inscritos tres jóvenes, una chica de Francia, un joven italiano y otro que lleva seis meses en Ribadavia y procede de Eslovenia. Los trabajos que hacen son variados, todos relacionados con la cultura y el apoyo en labores sociales. La última convocatoria para la juventud del municipio de vivir esta experiencia está a punto de cerrarse. El Omix busca participantes para un voluntariado de 12 meses en Bulgaria. La entidad con la que colaboran, Infinite Opportunities Association, es una organización que busca gente para las actividades que realiza, relacionadas con la implementación de principios dentro de un proyecto que busca frenar las actitudes de odio y acoso y que pretende fomentar la tolerancia y los derechos humanos. Hasta mediados de mes se puede mandar una solicitud para participar, enviando un email a [email protected] y posteriormente presentando el currículum y una carta de motivación.

Los que han vivido esta experiencia la recomiendan sin dudar. Este es el caso de Janali Cañás, que viajó a Torino (Italia) por un período de un año para trabajar con personas con diversidad funcional. "Aproveché para conocerme a mí misma, viajar y aprender idiomas, -comenta-, pero no es algo que esté hecho para todos. A mí me abrió muchas puertas". 

Alberto Chousal es un experto en temas de voluntariado después de varias experiencias. La última fue en Eslovenia, trabajando en colegios con niños con necesidades especiales. "Axudoume en moitas cousas, a aprender un idioma, na fluidez de tratar con xente e con persoas con problemas".

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