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Rocha: “Hay que batallar por tener espacios de resistencia”

OURENSE. 21.10.2017 OUFF, PRESENTACION PELICULA. PONTEVELLA.  INTERVIENE LA DIRECTORA MARILIA ROCHA. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera La directora brasileña Marilia Rocha, a la derecha, antes de la proyección de su película.

La directora brasileña asegura que el Festival es uno de los lugares donde se puede ver cine

Ourense tendrá esta semana  una ocasión única para poder descubrir algunos interesantes nombres propios de las cinematografías iberoamericanas que se encuentran alejados de los grandes lanzamientos comerciales. 

En esta nueva edición, y manteniendo la apuesta de mostrar esa riqueza y diversidad de trabajos hechos al otro lado del Atlántico, el OUFF se ha centrado en tres creadores: el argentino Mariano Llinás, la chilena Jeannette Rodríguez y la brasileña Marilia Rocha, co-fundadora de la Teia Colectiva (de donde fue miembro hasta 2013). El Festival destaca su "ejercicio de memoria histórica a través de los recuerdos, imágenes y relatos personales de algunas de las comunidades brasileñas olvidadas por los dispositivos cinematográficos". 

Sus trabajos han sido seleccionados y premiados en numerosos festivales de cine y en museos como el MoMA y el New Museum (EUA) o el Museo de Etnografía de Neuchâtel (Suiza). Aboio (2005); Acácio (2008); A falta que me faz (2009) y la reciente A cidade onde envelheço de 2016, son los cuatro títulos seleccionados para proyectarse en la ciudad, donde la directora mantendrá encuentros con el público.

El primero de ellos tuvo lugar ayer con su primera película no documental, la coproducción brasileño-portugesa, "A cidade onde envelheço". La directora aseguró que "con esta ficción quería llegar a lugares donde el documental no llega. La ficción es una forma de provocar sentimientos reales".

Rocha explicó que cuando decidió contar esta historia sobre dos mujeres portuguesas emigradas a Brasil, "el contexto social era muy diferente. Parece que han pasado muchísimos años. Entonces Brasil parecía que era rico y tenía un gran futuro. Por otro lado, estaba el auge de la crisis en Portugal y llegaron muchos portugueses a Brasil. Creo que muchos jóvenes padecieron también una crisis existencial aparejada a la crisis económica".

Para Marilia Rocha esta iniciativa del festival es especial. " Poder mostrar el conjunto de las cuatro películas  me permite revisitarlas, recordar y a la vez ver las diferencias que existen entre los trabajos".

La directora mantiene que "cada trabajo conlleva un deseo, una atracción específica y, de repente, volviendo a verlos de nuevo, percibí que hay algunas cosas que siempre aparecen en mis trabajos. Ví que existía una relación entre el espacio, entre las personas y los lugares, que eran unas obsesiones que tenía. Por ejemplo en Acácio, un  hombre que pasó casi 30 años en Angola y nunca más volvió. Dos extranjeras en Brasil que no saben si se quedan o vuelven , que se tienen que identificar. En Aboio, en una región desértica de Brasil hay una  cultura y un universo muy propio de los vaqueros con su tierra. Todos los trabajos tienen algo de deslocalización y a la vez de búsqueda de su lugar. Cada película a su manera acaba regresando a sus orígenes".

Tras esta primera experiencia con la ficción, aún no ha decidido si retomará el documental. "Lo que surge primero es el deseo de contar una historia o mostrar un lugar y la manera en que eso se haga, surge después". Rocha tiene claro que existe un tipo de cine en el que hay que seguir " batallando y manteniendo espacios de resistencia para que se pueda ver, como aquí en Ourense. Tenemos que exigirlos". 

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