Pandilla, pandilla… como que no era; aunque algún aficionado -cuando los resultados no eran buenos- seguramente les gritaba eso y cosas más fuertes. Sin duda, que incluso algún pariente salía a relucir durante los partidos y no precisamente para alabarlo. ¿O sí? Porque aquello de: ¡viva la madre que te parió!, también era un grito de los que a menudo se escuchaban en el estadio.
Esta fotografía muestra una de las mejores plantillas que tuvo el A.D. Couto. Que me corrijan los expertos, pero yo la situaría en torno a los primeros años sesenta. Me faltan algunos de los del ascenso a 3ª en el 62, pero un poco antes o después tuvo que ser tomada esta imagen.
Tendréis que hacer memoria para reconocer a alguno de estos caballeros.
Para que sea más fácil, el que está en primera fila es inconfundible: mi amigo Silvio Pérez, (presente en todos los saraos de aquellos años, le hablaban de que había un partido y corría por las botas). Encima, si no me equivoco, está Muguerza, otra saga del fútbol ourensano. De pie, encima de los anteriores: Ares, (padre de Ares). Me cuentan que por ahí están: Cebreiros, Malet (hermano de Silvio), Bermejo, Obeso (de pie traje claro en medio del autobús), Adolfo Sabas “Chato”, Lozano I (de pie fumando), Jesús Fernández, y el que creo era aficionado más que jugador, Antonio González (de pie con la bufanda blanca).
