OURENSE NO TEMPO

Algunos negocios de ayer

La amiga Maribel Outeiriño publicó en 2016 un trabajo que recogía algunos de los anuncios publicitarios aparecidos entre 1863 y 1939.

La publicidad vende, o al menos esa es la principal de sus funciones. Sin embargo a mí me gusta rebuscarla en la prensa antigua, para evocar recuerdos. Sé que sois muchos los que a la vista de estos sencillos anuncios reviviréis un pasado relativamente reciente. No os equivoquéis, son negocios de ayer…

La inmensa mayoría de aquellos negocios han desaparecido, aunque muchos quedan en la memoria de nuestros padres y abuelos. Algunos casi de manera heroica continúan al servicio de los ourensanos (Schreck, Villar Foto, Pingallo, La Región, etc.) con otras personas al frente, pero que procuran mantener ese halo mágico que proporciona el paso del tiempo. Por medio de unos simples anuncios, intentaré evocar vuestros recuerdos, la inmensa mayoría, amables recuerdos.

Librería Meiga

No hace mucho tiempo que cerró sus puertas esta librería. Desde luego no es de las históricas, ese puesto se reserva a las recordadas Álvarez y Resvie entre otras, pero sí que formó parte de un grupo de negocios que vivieron los mejores tiempos de la música y la lectura en nuestra ciudad. La publicidad no lo dice, ya que entonces todos conocíamos su ubicación: en la calle Progreso próxima a otro histórico, Aragonés. Hoy el edificio se ha renovado totalmente y de la librería solo queda el recuerdo. Si no recuerdo mal, el propietario se recicló en constructor y él mismo realizó la obra. Me contaba días atrás un buen amigo y respetado concejal ourensano de escaso pelo y gran inteligencia para más señas, que al cierre de Meiga se hizo con todo el material discográfico que quedaba en la tienda, calculando el precio “al bulto”. (Con la calidad musical de aquellos tiempos seguro que no hizo mal negocio, o eso espero…)

Tatino

En el mundo del comercio, hoy parece ser que el precio lo es todo; la calidad queda en un segundo plano, y las personas ya no digamos. Pero no siempre ha sido así. Hubo una época en que las personas eran lo primero. Calzados Tatino es la evolución del Club Deportivo Layton. ¡No, no perdón!... de la tienda de Calzados Layton. Perdón por el error, aunque pienso que muchos de vosotros lo comprenderéis.

La historia comenzó cuando Layton, una afamada tienda de zapatos viguesa, decide instalar una sucursal en nuestra ciudad. Para su gestión contrata a un experimentado Constantino Mosquera “Tatino”, que durante años consigue que la tienda sea un referente en nuestra ciudad. Con el tiempo (y la edad de los propietarios) el proyecto va perdiendo fuelle, y Constantino decide instalarse por su cuenta. Nace así Tatino. La publicidad lo ubica en la calle José Antonio, que como sabéis hoy se llama Paseo. Concretamente estaba en una parte del local que en su día había ocupado el Banco de La Coruña, (pegado a las escaleras de la plaza de Paz Novoa). Si no me equivoco hoy en día ahí está un negocio de audífonos.

20180316225340573_resultSupermercado Mayka

Hace ya tiempo que el amigo Lalo Pavón, en una colaboración con www.OurensenoTempo.com, nos hablo de la discoteca 3A. Entonces me enteré de datos que desconocía sobre un emprendedor que, procedente de Burgos, vino destinado al cuartel de la Guardia Civil de Ourense. Llegado el momento de abandonar el cuerpo se dedicó a los negocios. El primero fue una chocolatería que alcanzo fama y prestigio en la céntrica calle Bedoya, se llamaba Chocolatería Mayka. Con el tiempo y tras varios negocios exitosos, transformaron la chocolatería en un supermercado, que es el que hoy nos visita, y tiempo después en manos de los mismos dueños pasó a ser un café-club (¿pub?) de nombre Atlantes.

En contra de lo que muchos opinan, éste no fue el primer supermercado de la ciudad, lo mismo que no lo fue Almak (del padre de Pepe…) donde hoy está la hamburguesería B.K. en el parque. Ese honor fue para una tienda avanzada a su tiempo que se abrió en la calle Progreso con el tan impersonal nombre de ABC. Aunque el tema de “los primeros” siempre da lugar a controversias, hay quien dice que el primer supermercado era el Corte Inglés de la calle Santo Domingo, o un pequeño local situado entre la calle Reza y doctor Fleming que, atendido por un viejecilla, tenía de todo a cualquier hora. Yo a estos dos últimos los considero antecesores de los 24 horas, ¿no?

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