El primer colegio de la ciudad que se abrió pensando en las niñas, fue el de las Hermanas Carmelitas allá por el lejano 1879.Eso quiere decir que su historia se aproxima a los 150 años de existencia; en ellos uno de los personajes, o quizás el personaje que más impronta ha dejado en el colegio fue Doña Rosa Barciela; desde su llegada hace ahora 40 años como profesora ya arrastraba un buen bagaje docente. Lo suyo parecía que era la química, pero cuando fue nombrada directora no tardó en descubrir a toda la comunidad educativa que lo suyo, era la gestión. Gestión de un centro que se convertiría en modelo de otros centros; el deporte fue uno de sus pilares y por medio de él Rosa consiguió revolucionar a todo el colegio.
Son muchas más las virtudes que la acompañaron, pero otros están más capacitados para reseñarlas que yo. Con vuestro permiso me limitaré a renovar mi condolencia a toda la Comunidad por esta gran pérdida sufrida en este año.
Era marzo de 1945 y el nuevo obispo hacía poco que ocupaba el palacio Episcopal. Don Francisco Blanco Nájera recalaba en Auria también con ideas innovadoras; de su gestión fueron algunas de las grandes obras de los últimos tiempos; Fátima la cabeza, aunque algunos consideran más importante el Seminario, (los del Couto lo tenemos claro) pero también es recordado por la creación de una congregación misionera y educativa muy querida en la ciudad "El Divino Maestro".
En la fotografía me atrevo a decir que si la ven las señoras nacidas entre el 35 y los 50 (que por fortuna son muchas) seguramente podrán identificar a alguna de las chicas.
