La plaza del Recreo

Las plazas en Ourense, como sus habitantes, gozan de una cierta “chulería” y, gusten o no gusten, ellas tienen la forma que les da la gana... La Mayor, no hace falta que os recuerde que es una de las pocas en Europa con inclinación. Bueno, el tema de la inclinación, en nuestra Auria, no es extraño: en la del Hierro hasta se intentó disimular, pero, en cuesta es Saco y Arce, el Trigo, Los Suaves, casi mejor decir cuáles de las plazas ourensanas están en llano... Pero hoy no se trata de eso, hoy toca hablar de una de las más transitadas, aunque muchos incluso ignoran que es una plaza: la de Santa Eufemia, a la que con vuestro permiso llamaré por el nombre anterior: plaza del Recreo. Recibió el nombre "del Recreo" probablemente porque en un tiempo estuvo allí la sede del Liceo Recreo Ourensano (existe también la teoría de que el nombre se debía a que en ella pasaban los momentos de descanso los alumnos del Instituto, que ocupaban el edificio de Lamas Carvajal, aunque la otra sea más aceptada yo siempre me incliné más por la segunda). Con anterioridad se cree se llamaba del Carbón (Carvóm), porque en su entorno se colocaban los vendedores de este producto, pero también hay la teoría de que se llamaba del Pan-trigo y la del Carvóm era en la que está a la puerta de la Catedral... algún día lo sabremos. ¡Ah!... durante más de 40 años fue Coronel Ceano, pero ya no. Hoy la conocemos como plaza de Santa Eufemia y presenta en su parte inferior grandes cambios arquitectónicos que no se aprecian en la primera imagen. Precisamente es muy probable que la fotografía se haya obtenido desde una ventana del edificio que conformaba la plaza por la parte más cercana a Santa Eufemia, que os mostramos en la segunda imagen. Vamos a situarnos: cuando la Compañía de Jesús decide construir su convento en lo que hoy es Lamas Carvajal, no consiguió que se reservara espacio para que la fachada de su iglesia (Santa Eufemia) tuviera la visibilidad que tal obra merecía. Lo que sí hicieron fue, al diseñar la fachada, darle una curvatura cóncava para intentar realzarla. Así fue como en los solares de enfrente se construyeron casas, dejando solamente un hueco de tres metros y medio, como paso hacia la seo ourensana. Fue en torno a los años 20, cuando comenzó a gestarse la idea de remodelar la zona para dar amplitud a la calle y facilitar la visión de la fachada. Se encargo al arquitecto Vázquez-Gulías el proyecto, y a pesar del acuerdo de todas las partes implicadas hubo que aguardar hasta 1937 para ver caer el último de los cuatro edificios que desaparecieron, el que aparece en la fotografía de Ático Noguerol. Hasta ese momento, la plaza era únicamente la zona superior donde hoy está nuestro Café Latino y una joyería con mucha historia: Cid. En aquellos tiempos, sin embargo, el valor comercial de la plaza era muy elevado, no habiendo un local vacío (de hecho, la joyería de Cid estaba en la esquina con La Paz, y fue al habilitar el obispado los bajos de la catedral cuando se trasladó). A modo de que os hagáis una idea, en esa pequeña plaza estaba uno de los mejores comercios de tejidos y complementos de la ciudad Almacenes Celso Ferro (esquina Tiendas, hoy edificio oficinas municipales). El bajo del Latino, hasta 1910, fue uno de los bazares más reconocidos de la ciudad, regido por Deogracias Rollan López; después albergó Calzados Celsty, origen de un más que recordado Calzados Celestino (después en el Paseo). Y antes del Café Latino muchos recordamos el Gran Bazar Puga. Como veis en la foto, la esquina de abajo la ocupaba la tienda de ultramarinos Santorum (menuda tradición...) y, aunque no se ve, también había una pequeña tienda de caramelos y golosinas al lado. En el callejón que se ve en la fotografía no tengo datos de qué negocios había, pero sin duda los hubo. Bueno, uno al menos está identificado: la mítica librería y “clínica de estilográficas” a la que debo un artículo: Papelería Alemana. Como siempre, el espacio me limita y lo dejaremos aquí, no sin indicaros que os fijéis en la ilustración 1 y busquéis diferencias con lo que sería la fotografía actual, hay unas cuantas. Otro día retomaré este tema...