Por las referencias de la prensa debemos entender que era un edificio con fachada a las calles Progreso y Concordia
Se queredes imos ó mesón do Roxo, que coma todos os que van alí son xente de avería i o que máis i o que menos... Amais diso son coasi todos forasteiros, coma sabedes. Hoxe ten que habere moito xentío pois é víspora da feira do sete i ármase alí decote unha chirlata de arrieiros e tratantes que dura toda a noite". ("A esmorga". Blanco Amor, Eduardo; Buenos Aires, 1959.)
Doy por hecho que los estudiosos de la obra de Blanco Amor, no tendrán dudas en cuanto al recorrido que los esmorgantes realizaron por Auria el “día de autos”; yo sin embargo admito que al menos he tenido dudas en cuanto a dos de las ubicaciones... O Campo das Bestas (otro día hablaremos de este lugar) y O Mesón do Roxo. (Coincidentemente y posiblemente por quedar alejadas del viejo Ourense donde se desarrolla la acción, no han sido objeto de demasiada atención para roteiros y demás trabajos.) Recientemente mi amigo y colaborador Fausto Arnaiz me ha enviado unos datos y recortes de prensa que no dejan lugar a dudas de la situación del edificio.
Tendríamos que retroceder a un Ourense que “casi terminaba” en la calle de San Miguel (Rapagatos), donde la arteria principal Paseo (Travesía), se incluye de manera efímera en el itinerario con toda probabilidad por estar en pleno desarrollo a los ojos de Blanco Amor y carecer aún de historia, lo mismo que Cardenal Quiroga. Eso sí, no podemos irnos más allá del 1885 porque entre otros detalles, los personajes pretendían huir en tren hacia Monforte y esa línea (Vigo-Monforte) se inauguró en ese año. En aquellos tiempos existía un lugar que con una interpretación generosa podría ser considerado punto de encuentro y lugar de diversión para lugareños y visitantes: el Parador del Norte (Progreso, 66; año 1900).
Por las referencias de la prensa debemos entender que era un edificio con fachada a las calles Progreso y Concordia, pero rebuscando datos llegaremos a la conclusión de que se trataba de un conjunto de edificaciones entre las que se encontraba la administración de la empresa Blanco y Elías Puga (líneas Santiago y Baños de Molgas), la carbonería de Manuel Ojea, junto a una zona acondicionada para espectáculos, y donde además de espacio para que entraran los antiguos carromatos de caballos (y/o mulos, que de todo había), existía un negocio llamado Posada del Rojo.
La primera referencia que me comenta el amigo Fausto Arnaiz data de 1876, momento en el que se anunciaba en El Heraldo Gallego una actuación ecuestre circense para entretener a los viajeros y a los ourensanos que así lo deseasen: se presentaba la troupe del Sr. Asensio.
Años más tarde y quizás para confirmar la descripción hecha por Blanco Amor, leemos la siguiente noticia en La Correspondencia Gallega de marzo de 1906: "Días pasados, en el Parador del Norte, proximidades de la Casa del Rojo, ocurrió una reyerta entre un carretero, Eugenio G…, y Ricardo C… Q…, vecinos de Alongos. El carretero resulto herido de un palo que el dio el Eugenio. Fue detenido el Ricardo y Eugenio se dio a la fuga. Dícese que el agresor tenía resentimientos con el agredido."
La última referencia data del 23 de julio de 1950: La Región publicaba el anuncio de subasta judicial de la casa conocida por Parador del Norte y solar adyacente.
El tránsito de pasajeros seguramente ha sido el responsable del desarrollo de esa parte de la ciudad, o al menos sin duda de la ubicación en su entorno de gran parte de las instalaciones hoteleras de la ciudad. Ahora comprendo por que nació en ese entorno el Hotel Barcelonesa (Progreso 1, después Barcelona en Avda. de Pontevedra), hacia la Alameda, pero muy cerca, el mítico Hotel de Roma y según aportación de Fausto, por allí estaba la fonda La Brasileña y justo enfrente de la Posada do Roxo (donde hoy estaría la farmacia Bouzo), el Hotel París (que no conocía y justamente hace unos días una descendiente de los propietarios me preguntaba por él).
Por último, mi informador ha seguido la pista a los propietarios, y me dice que la Posada del Rojo, paso a ser Mesón de Asunción Vázquez y su último propietario lo abrió como Hotel Constantino Rodríguez.
Quizás otra baldosa del roteiro podría ponerse a la vista de San Rosendo.
(Mi más sincero agradecimiento a Fausto Arnaiz por su amistad y colaboración; a mi maestro Augusto Guedes, por prestarme “sus recuerdos” y al Archivo Municipal de Ourense.)
