Ourense no tempo

Ourense no Tempo | Baile de iglesias y capillas

Capilla de los franciscanos en su ubicación original.
photo_camera Capilla de los franciscanos en su ubicación original.

Los gallegos somos pueblo de emigrantes, y los ourensanos de los que más; quizás ese sea el motivo por el cual nuestro entorno se ha convertido en viajero. Algunos de vosotros ya habréis entendido por donde voy, ya que con frecuencia os he hablado de los bailes que nuestras fuentes han tenido a lo largo del tiempo y no me refiero a su traslado desde Oseira o Santo Estevo, sino dentro de la propia ciudad; así como algunos de nuestros cruceiros -tres al menos han viajado de calle en calle: el que hoy está en la plaza de la Magdalena, el de San Francisco, el del Polvorín-; alguna estatua -don Ramón, doña Concepción, don Valentín, Prado Lameiro…-, sin olvidar que incluso algún puente de la ciudad se ha mudado de ribera.

Todos esos bailes en ocasiones habría que considerarlos como un mal menor, ya que otras veces en lugar de traslado lo que se ha hecho ha sido una desaparición. Con frecuencia me preguntan si sé algo del destino de la farola de la Burga, o la de la Estación Empalme, o de las carteleras de hierro forjado que anunciaban cines y demás espectáculos, o de las columnas pétreas que en algunas plazas y parques sujetaban cadenas (últimamente se han recuperado unas cuantas), o…

Hoy intentaré hacer un repaso por lo más complicado de trasladar, como es un edificio, en este caso iglesias, y ya de paso os recordaré alguna capilla u oratorio que ha desaparecido (en la mayoría de casos, propiedad de particulares, con lo cual nada que objetar, aunque…).

Franciscanos

El más espectacular de los traslados fue el de la iglesia que servía de capilla a los hermanos de la Venerable Orden Tercera en su convento del barrio de San Francisco. No era la primera iglesia relacionada con los franciscanos en la ciudad; os recuerdo que hasta tres conventos tuvo de forma sucesiva esta congregación en la ciudad, sin contar las instalaciones actuales: plaza del Corregidor, destruida hacia 1290 por las huestes del obispo Pedro Yáñez de Novoa -no confundir con la capilla neogótica de las carmelitas, obra de Antonio Crespo, hacia 1897-; San Francisco, hoy sin iglesia, y Vistahermosa, hoy capilla de Nuestra Señora de la Misericordia, anexa al Seminario

Ya en otro artículo os conté las penurias que la Venerable Orden Tercera, a pesar de ser muy bien acogida por la población, sufrió por intereses de quienes mandaban. Fue en 1916 cuando por fin viven un periodo de tranquilidad y, para fusionar los dos conventos asentados en Ourense (Montealegre y Ervedelo de Reza), se planifica el traslado de la capilla de Montealegre al entonces Campo de la Feria, hoy Parque de San Lázaro, levantando a su lado una modesta residencia que, creo, aún habitan, y perdiendo en el traslado la torre que completaba el edificio. Terminaron las obras en mayo de 1929 y el encargado de dirigir el traslado fue el arquitecto municipal Manuel Conde Fidalgo.

San Lázaro

Cuentan que en la esquina de la calle Bedoya, años ha existió una leprosería que acogía a los enfermos; esa ubicación, por extraño que parezca, se había escogido por estar relativamente alejada del centro de la ciudad. Ese lazareto contaba con una capilla que no debía de tener demasiada prestancia y se levantó otra para mejor honrar al santo, en el que era (supuestamente) Campo das Bestas, Outeiro da Forca, después Campo de la Feria y hoy el parque al que dio nombre.

Desde la llegada en el 29 de la iglesia de los franciscanos, con frecuencia se oían voces que alentaban la desaparición de esta capilla. Nunca llegó la sangre al río, pero finalmente en 1950 el Concello decide desmontar la capilla y la ofrece a los barrios, siendo Peliquín el afortunado. Como en otras muchas ocasiones, la falta de planificación y previsión, con una alta dosis de urgencia, dieron lugar a que las piedras desmontadas y numeradas se apilaran en la nueva ubicación y, aunque los vecinos se ofrecieron para trabajar altruistamente, el vil metal no apareció y hubo que esperar hasta 1982 para que de manera seria se retomara la reconstrucción. Algún cierre de fincas de la zona y alguna pared de casa del barrio tiene piedras “benditas”, pero lo importante es que desde noviembre del 1983 la capilla tiene culto nuevamente. Estos datos se los debemos al amigo Luis Aguado y a don Lisardo Ramos Sandiás.

Interesantísima fotografía. Llegaba San Francisco, se iba San Lázaro y faltaba el Ángel.
Interesantísima fotografía. Llegaba San Francisco, se iba San Lázaro y faltaba el Ángel.

Os prometía al comienzo recordar otras construcciones religiosas que hubo en Auria. Alguna aún sigue en su lugar y otras no puedo afirmarlo.

  • San Roque en la Alameda. En el viejo hospital se intentó salvar la vida “a todos y todo lo que se pudo”. En el caso de la capilla, según cuenta el profesor Bande, el ábside hoy se encuentra en el Concello y el retablo barroco que albergaba al santo está en el Asilo de la Barrera. El portalón del hospital ya sabéis que hoy está en la entrada del Villar de la iglesia de la Trinidad.
  • As Caldas, vieja parroquia de Canedo. En torno al cementerio de As Caldas se ubicaba una capilla románica que se conoce desde el siglo XVI; su deterioro y ubicación fueron la causa de su desaparición. Desconozco si partes de su estructura se utilizaron para la actual parroquia, regalo del obispo Ilundain.
  • Oratorio de los paúles, Cardenal Quiroga (¿antiguo nº 20?). Desde su llegada a la ciudad en 1902, los paúles recorrieron varias ubicaciones; la primera fue en esta calle, posteriormente se hicieron cargo de la iglesia de Santa María Madre y hoy rigen la parroquia de la Milagrosa en la Cruz Alta. En la provincia sin embargo tuvieron su principal asentamiento en el Santuario dos Milagres, donde funcionaron como colegio durante más de 20 años. En la casa de Cardenal Quiroga ellos ocupaban el 2º piso, y en el primero instalaron un oratorio de entrada libre para los ciudadanos; aún se recuerda el roperillo que estaba en ese mismo piso. Hoy ha desaparecido el edificio.
  • Ermita del Posío, Jardín. De Santa María o Nosa Señora do Posío, en la esquina suroeste (¿en el entorno hoy están la estatua de Lamas Carvajal y la de Prado Lameiro?), documentada desde 1357. Servía de capilla para un pequeño hospitalillo y constan enterramientos en su entorno, así como una reconstrucción total en el s. XVII, fecha de la que se conserva la Virgen del Carmen hoy situada en la hornacina-limosnero de As Burgas.
  • Divino Maestro, Posío. En la misma zona, en su parte norte (calle Ben Cho Shey), las monjas del Divino Maestro tuvieron colegio y capilla antes de su traslado al convento de Montealegre, y la misma congregación ourensana de corazón tuvo capilla en el mismísimo Paseo: el edificio que había sido del Círculo Católico (al lado de la Subdelegación de Defensa) fue noviciado de la orden.
  • Siervas de María, Posío. Una tercera capilla existió en el entorno del Posío. Está aún en el recuerdo de muchos ourensanos y daba servicio a las “ministras de los enfermos”, siervas de María. Estaba en la avenida da Coruña 10, edificio que cayó en los 70 (pero no desapareció). Muchos vecinos la consideraban parroquia, tal vez el aliciente de que algunos de los servicios corrieran a cargo de don Antonio Jaunsarás (quien ejercía como capellán de la orden). En otro artículo profundizaré sobre la historia de esta orden, en la ciudad desde 1897.

Y como es habitual me he quedado sin espacio, otro día seguiré, quedan: Ermita de la Magdalena, en la plaza de la Magdalena; oratorio de los Cisneros, en la Praza Maior; Asilo San José, en avenida de Buenos Aires; oratorio de las adoratrices, en Progreso; oratorio de Manuel Pereiro Rey, Instituto 5; oratorio de don Marcelo Macías, calle Enseñanza, y unos cuantos más. Por si queréis profundizar: “La ermita de Nuestra Señora del Posío de Ourense. Notas para su historia”, de Miguel Ángel González García.

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