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Reyes del cielo: los pioneros ourensanos de la aviación

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Quedan en el tintero el aviador Eulogio Gómez González, nacido en Viduedo; el ingeniero–inventor Cesar A. Conde, y el polifacético mecánico y piloto de Entrimo Manuel Gonzalez

No se puede decir que Ourense figure con grandes titulares en la historia de la aviación, pero tampoco se puede decir que no tengamos presencia en ella. Al menos cinco han sido los pilotos ourensanos que han configurado la lista de pioneros de la aviación y hoy casi nadie recuerda. Permitidme que los traiga de nuevo a la memoria.

José Valencia Fernández.- Nació en Ourense el 25 de junio de 1889. Con 18 años ingresa en el Ejército y después de tres en la academia, recién nombrado teniente de Infantería, destinado a África, permanece allí hasta finales de 1912, participando en frecuentes misiones de guerra. En 1913 decide realizar las prácticas de aviación obteniendo el título de piloto aviador de segunda categoría (nº 45 14/10/1913). Regresa a África donde forma parte de la única sección de escuadrilla destinada al aeródromo de Zeluán. Desde allí se realizaron incontables operaciones tanto de vigilancia (fotografiando los campamentos enemigos con lo que se facilitaba una información valiosísima a las fuerza terrestres), como de ataque (bombardeando directamente las posiciones de los sublevados rifeños).

En 1916, ya como capitán, toma el mando del aeródromo de los Alcázares hasta julio de 1921, fecha en que se incorpora como profesor a la escuela de Aviación de Guadalajara. El 31 de agosto sufre un grave accidente, en el que fallece el alumno (teniente Utrilla) y él queda mal herido, falleciendo días después, con solo 32 años.

Para ampliar información: articulo “La escuadrilla de Zeluán”, Vicente García Dolz, coronel de Aviación. Publicado en la revista Aeroplano nº 23, año 2005

José Varela Rodríguez.- Nacido en Ourense el año 1897, decidió ingresar en el ejército a los 14 años. Tuvo su primer destino en el destacamento de Tui, donde estuvo hasta ser enviado al Regimiento Zamora, entonces con base en Ferrol. Es allí donde, a los 21 años, decide solicitar destino en la Sección Aeronáutica Militar, ubicada en el aeródromo de Cuatro Vientos, donde recibe la formación necesaria para pilotar aquellos aparatos.

Al poco tiempo demostró su pericia y rápidamente se le asignaron misiones de guerra en el norte de África, en una de ellas (agosto de 1920), después del bombardeo a la Kabila de Beni-Yder, sufrió un accidente en el que perdió la vida el capitán que le acompañaba como observador (una bomba había quedado enganchada al fuselaje y estallo en el momento del aterrizaje), y Varela salvó milagrosamente la vida. En su corto periplo como piloto recibió muchas felicitaciones por su arrojo y habilidad, la última del ministro de la Guerra Luis de Marichalar por varias misiones en Melilla.

Al mes siguiente, en un vuelo rutinario de Sevilla a Tetuán, se vio obligado a realizar un aterrizaje en el pueblo de Cártamo, donde después de repostar y revisar el aparato despegó de nuevo. Por causas desconocidas el motor se incendió haciendo imposible el control del avión; descendió en picado envuelto en llamas y los sanitarios que acudieron con urgencia en su auxilio solo pudieron confirmar que había perecido carbonizado. El teniente que lo acompañaba como observador sufrió también graves quemaduras pero salvó la vida. José Varela tenía solamente 23 años.

Elixio Rodríguez Domínguez.- Sin duda el más conocido, pero no por su faceta de piloto, sino por la de galleguista. Nació en Grou, Lobios, en enero de 1910 y "por necesidades del guión" formó parte de los dos bandos en la Guerra Civil. Como dato más que curioso, estuvo a punto de ser fusilado por los dos.

Al poco de iniciarse la guerra fue detenido por los falangistas y poco faltó para que desapareciera en una cuneta. Como “penitencia” se alisto en la Legión Cóndor hasta que consiguió evadirse al mando de un avión Breguet a Gibraltar. Poco después, y por un error, se le acuso de espionaje, consiguiendo salvar la vida en esta ocasión gracias a la intercesión de Castelao y la Pasionaria. En julio del 39 decide exiliarse en México, en donde fallece el año 2007.

Tan pronto le fue posible volvió a su Galicia, donde pasaba largas temporadas y no se perdía la celebración del 25 de Julio.

Quedan en el tintero el aviador Eulogio Gómez González, nacido en Viduedo; el ingeniero–inventor Cesar A. Conde, y el polifacético mecánico y piloto de Entrimo Manuel Gonzalez, a los que dedicaré otro capítulo.

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