Sociedades culturales y recreativas

Recuperar la historia de las sociedades recreativas ourensanas requiere un gran trabajo de hemeroteca, por el olvido en el que han caído muchas de ellas. Su nacimiento frecuentemente ha estado unido a la existencia de alguna agrupación musical, deportiva o política, y sus objetivos oficialmente eran el fomento de la cultura y sana diversión. Con esas ideas, y fiándonos del criterio de don José Adrio, la primera sociedad fue el Centro Mercantil; pero, al margen de ser citada por él, no he conseguido ninguna información. Sin embargo, del Liceo de Artesanos sí que consta su creación en 1850. No tardó en contar la ciudad con más oferta de este estilo: la Tertulia, el Casino de Caballeros (existió otro en Trives) e incluso el Casino Militar fueron algunas de las recordadas. En el caso de la Tertulia (plaza del Trigo, Casa de Gullón), llegaron a tener un periódico propio dirigido por Luciano Cid Hermida, y una sección juvenil (nació hacia 1883 con locales en la calle Progreso 36); tuvo además sociedades homónimas en Verín, Ribadavia y Dacón… El Casino de Caballeros, por su parte, desarrollaba su actividad en los locales de la Praza Maior 8 (no me preguntéis exactamente en qué edificio, porque el baile de números lo complica mucho; yo lo situaría en el actual número 6, pero...), hasta que comenzó su periodo de decadencia, que terminó con el pase de muchos socios al Liceo de Artesanos. Hacia finales del siglo XIX, estas tres sociedades se fusionaron bajo el nombre de Liceo Recreo de Artesanos. Con la entrada del siglo comenzó una vorágine en el mundo de las sociedades sin parangón, de esas fechas sabemos del nacimiento de un gran número vinculadas a grupos políticos: Círculo Liberal, Club Tradicionalista, Círculo Jaimista, Conservador, Católico Obrero, etc. y junto a ellos un número significativo de asociaciones deportivas, de las que la más representativa y duradera fue la Venatoria, que aglutinaba a “todos” los cazadores y pescadores de la provincia; el Hércules FC (1900), el Triunfo (1913), el Sport (1893), Victoria (1918) e incluso el Orense CF (que había creado una rondalla). Las que más duración y actividad tuvieron fueron sin duda las que tenían un claro interés por la cultura. Fue así como la Unión Artística, la Recreativa y el Club Orensano, acompañaron al Liceo por muchos años, dejando después paso a otras con alto componente vecinal -como fueron la Troya, Albor, pero eso ya será otra historia-, al igual que el Ateneo, Orfeón, Club Santo Domingo y el coro De Ruada. Sin duda, la más longeva y por ello la más conocida de las sociedades recreativas ourensanas nació en 1850 como Liceo de Artesanos (no me atrevo a afirmar si su nacimiento fue a causa de la fusión de las tres sociedades antes citadas (Casino de Caballeros, Militar y Tertulia) o si estas desaparecieron a causa de su nacimiento, y después de varias etapas en las que no conseguía un local apropiado, recaló en el Pazo de los Oca-Valladares, en Lamas Carvajal, desde donde se ha dedicado a fomentar la cultura entre todos los ourensanos, facilitando opciones de diversión entre sus socios. (Ya que todavía está en activo permitidme que me reserve para otro día la publicación de un artículo propio.) Hoy totalmente olvidadas hubo varios intentos de crear sociedades juveniles. Las más duraderas fueron a finales de los años 20, y de la mano de músicos como Maestro Vide y Reñones, las ourensanas, quienes tocaban aquellos locos ritmos americanos... Al no existir salas apropiadas, la Bilbaína intentó con éxito captar a esta clientela, pero al poco tiempo (diciembre 1932) se abrió una sala de baile con nombre, poco afortunado: Ku Kus Klan y vida muy corta. Al mismo tiempo (11-11-1932) un grupo de jóvenes de la alta sociedad decidieron crear el Dancing Club, sin sede fija, que alquilaba los domingos por la tarde el Teatro Principal para organizar su baile (tuvo gran éxito todo el año 33). Para terminar por hoy quiero citar a una de las más recordadas, la Unión Artística Orensana o la Artística, como también se la conocía. Nació esta sociedad a finales del S. XIX, y después de unos comienzos complicados consiguió asentarse en un local de la calle Santo Domingo, la música era la pasión que compartían los socios, y ella junto a unas increíbles ganas de divertirse fue la causa de la existencia de una rondalla, y de la que fue mas afamada comparsa ourensana: la de los caballeros de Luis XIV. Ésta, en 1914, bajo la dirección de Ramón Gutiérrez Parada, acudió a la ciudad de Vigo a participar en sus carnavales, obteniendo un éxito tan clamoroso que los vigueses poco después rindieron visita a nuestra ciudad para acudir a las fiestas del Corpus. Militaban en la comparsa nombres como Luis Fernández Pérez “Xesta” o Luis Ksado (fotografías no le iban a faltar a la agrupación con estos dos personajes). Como sociedad, apoyaron de manera muy activa la construcción del ferrocarril a Ourense, y fueron los impulsores de los homenajes a Curros y a Lamas (Correo Gallego, 1911) que culminaron con el busto de Lamas que hoy está en el Posío, (con un pedestal diferente -aprox. 1918-) y el monolito que se había colocado en las cercanías de la Capilla de los Remedios en honor a Curros en 1913 y supuestamente una riada se llevo. (En la foto que os muestro hoy, podéis ver el pedestal diseñado por Jesús Soria y que años más tarde sería reemplazado por otro con los dos "galleguiños" que continúa hoy en día en el Posío.) Las fiestas de Carnaval de la Artística en aquellos años, hasta los 20, eran uno de los actos populares más esperados, haciendo muy escaso el espacio del que disponía la entidad; al piso de Santo Domingo, lo sustituyó un acuerdo con el Bar Unión en Bispo Cesáreo (mas tarde sería la sede del Orfeón, motivo por el que se producen continuos equívocos entre las dos sociedades), y los últimos tiempos (1934) consiguió arrendar el que había sido comedor de La Bilbaína, en Fermín y Galán 1 (Paseo, esquina Concordia). Aun así, los días de baile se veían obligados a acondicionar el solar de los Aguirre (donde hoy está Sfera), para aumentar el aforo (La Zarpa 11 de abril de 1934). IMAGEN I: Octavilla de la inauguración del Dancing Club en 1932. (Propiedad de Rafael Luaña Perille.) IMAGEN II: Lamas, busto y pedestal en 1918.