OURENSE NO TEMPO

Las Vespas y Lambrettas en Ourense, entre la libertad y la estética

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photo_camera Marcial, imprescindible en las fiestas y los entroidos ourensanos. Lo que pocos recuerdan es que él no era el propitario de esta preciosa Vespa con sidecar, ya que se la prestaba su amigo Feijóo.

Carteros, maestros, médicos, fotógrafos e incluso los curas del rural vieron una liberación y una herramienta para su trabajo en estos nuevos vehículos, que también eran protagonistas de los saraos

En estos días se ha terminado la grabación del documental “O meu avó tiña unha igual”, que cuenta la historia de Vespa y Lambretta en Galicia. 

Pablo Osorio, del blog "Mi abuelo tenía una igual", fue el de la idea, contando con la profesionalidad de la “joven” productora Faino y la colaboración del gran Gonzo. Un equipo con el que ha sido un placer compartir mis escasos conocimientos sobre el tema.

Una parte de la de Ourense es esta: 

Los entendidos tendrán que confirmarlo, pero mis datos hablan de 1955 como la fecha de la llegada de las primeras Vespas y Lambrettas a la ciudad. Primero, en manos de visitantes que a lomos de tan llamativo corcel se dejaban ver por la ciudad ante la admiración de los ourensanos. Pero no tardaron en surgir los primeros  flamantes propietarios de los revolucionarios Scooters.

Moisés, en su taller del Paseo, reparo, según me dicen, más de una pero nadie me confirma cuál fue el primer distribuidor. Algunos de mis amigos dicen que fue Pérez Rumbao antes de comenzar la fiebre de los 600 y otros que Luis Aragonés fue su distribuidor. Yo y la gente de mi generación teníamos como referencia de la marca Vespa, los talleres de Hermanos Abad (a la entrada del puente Viejo por Canedo y en la calle Concejo). Pero eso lo dejaremos para otro día, hoy la cosa hoy va más de usuarios que de vendedores.

En aquellos finales de los 50´s comienzos de los 60´s, la Vespa y en menor medida la Lambretta vivieron un bum comercial. Carteros, maestros, médicos, fotógrafos e incluso los curas del rural vieron en este nuevo vehículo una liberación y un arma que en poco tiempo se convirtió en imprescindible para su trabajo. 

Covelo, Gómez, Cardoso, Bouzo y hasta diez o doce fotógrafos que podríamos citar se reunían con frecuencia en las escaleras del Padre Feijóo o en la entrada del Hotel Roma, puntos calientes en aquellos años para la profesión de fotógrafo con sus motos (a los jardines del Padre Feijóo me gusta llamarles el paraíso de los fotógrafos, son cientos las fotos que os podría enseñar hechas en su entorno). Aquellas filas ordenadas de motos ejercían una irrefrenable atracción para toda la juventud que soñaba con tener una. 

Miki foto Arturo Cudeiro 1963 vespaweb El mayor volumen de imágenes  es el que puede facilitar el archivo del prolífico Xosé Vázquez Arias, “O Rizo”, quien a lomos de su Vespa recorría la provincia de feria en feria; en ocasiones su propia Vespa era la que centraba la imagen con una bella celanovesa subida en su sillín o durante la feria de Xinzo aparecía de fondo como por descuido. Estas y muchas más fotografías nos podría enseñar el amigo Pío Álvarez y sus amigos de “Aquela Celanova” (grupo de Facebook).  Cudeiro también ponía su Vespa a disposición de los clientes y Regueiro no tenía inconveniente en que se subieran a su Lambretta. Belay, que es de los jóvenes, aun recuerda su Vespa (y su famoso Goggomovil) y Mazaira aún se puede ver por Ourense en su Vespa como si el tiempo en ciertas cosas no hubiera pasado (las canas, la barriga, …..).

La Vespa fue también objeto de diversión; en aquellos 60´s  rara era la fiesta que en su programa no incluía una yinkana. La de Ourense se hacían generalmente en el Paseo y en ella los pilotos demostraban su habilidad, aunque a veces algún morrazo se llevaban. Pasar por un estrecho tablón, cruzar el balancín, dibujar ochos, hacer un caballito eran algunas de las pruebas que debían superar los pilotos. En las cabalgatas de Reyes, las Vespas acompañaban a sus Majestades; en los carnavales, como veis en la fotografía superior, transportaban a musculosas novias. Hubo unos años en los que la Vespa era una de las protagonistas de cualquier sarao.

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