Los cinco restantes pasarán a disposición del Juzgado de O Barco a lo largo de la jornada de hoy
Los detenidos en la operación "Enriquillo", que la Guardia Civil desarrolló en O Barco, Cea, Ourense y Maside, pasarán a disposición judicial en las próximas horas. Todos ellos serán llevados a declarar ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de O Barco. No acudirán todos como detenidos, dado que según pudo saber este periódico, de los 13 detenidos (8 en O Barco, 2 en Cea y 3 en Ourense), solo cinco permanecían ayer en el calabozo. Los demás fueron puestos en libertad, aunque en calidad de investigados por un delito de tráfico de sustancias estupefacientes.
Las pesquisas continuaron en la jornada de ayer, si bien, no fueron practicadas nuevos registros de inmuebles. Fueron nueve los realizados el miércoles, los cuales permitieron incautar 3.000 dosis de distintas sustancias estupefacientes, mayoritariamente cocaína. También fue esta droga, 650 gramos concretamente, la recogida por los agentes de Tráfico en la autovía A-52, a su paso por el municipio de Allariz. El hallazgo se produjo el 7 de diciembre y fue el detonante de la redada antidroga.
El alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, resaltó la labor desarrollada por la Guardia Civil. "La operación estuvo bien. En O Barco hay trapicheo y las fuerzas de seguridad tienen que acabar con eso. No deben dejarles tranquilos hasta acabar con la venta de sustancias estupefacientes", afirmó.
Estaban bajo vigilancia cuando perdieron la cocaína en Allariz
Los detenidos en la operación antidroga, según fuentes del Instituto Armado, estaban siendo vigilados cuando una patrulla de Tráfico halló por casualidad, a las 22,00 horas del pasado día 7 de diciembre, un envoltorio plástico, que estaba deteriorado por el paso de los coches y que contenía 650 gramos de cocaína.
La droga fue entregada a la Policía Judicial de la Guardia Civil que, tras inspeccionar el envoltorio, centró la pesquisas en las personas que estaban siendo investigadas. Los agentes revisaron los postes de telefónica móvil cercanos a la vía de alta capacidad y comprobaron que los terminales de algunos de los detenidos se habían conectado a ellos. También revisaron las cámaras de vigilancia, en las que hallaron imágenes de coches de los arrestados que estaban bajo sospecha. El fardo con los 650 gramos, según las mismas fuentes, les cayó de algún lugar de los bajos del coche en el que lo habían escondido.
