FESTAS DE OURENSE

25 años de “nada por aquí..."

El mago Teto fue el encargado de hacer reír y sorprender con sus trucos de magia a grandes y pequeños. En el séptimo día de las Fiestas, Teto llegó a la ciudad con su espectáculo "25 anos de tolemaxias". 

La lluvia obligó ayer a cambiar la ubicación del espectáculo de magia del mago Teto pero no truncó las ganas de pasar un buen rato de pequeños y mayores. El aula cultural del Liceo ourensano acogió el show "25 anos de tolemaxias" con el que Teto celebra un cuarto de siglo haciendo reír y dejando con la boca abierta a su público más exigente, los niños.

Para su primer número, echó mano de una de las pequeñas que atendía a su discurso en primera línea. Irene, de 8 años, seguía las instrucciones que el mago Teto le daba mientras realizaba un truco con una cuerda. Una única soga de 1,85 centímetros se dividió en dos "por arte de magia" y pasó a ser una de nuevo en cuestión de segundos. Sorprendida, Irene volvió a ocupar su sitio: "¡Acabo de hacer magia!", comentaba con sus amigas.

Además de con sus técnicas de ilusionismo, Teto trató de meterse al público adulto también en el bolsillo tirando de humor. "Agora vou facer mentalismo, vou adiviñar o que pensades", dijo el mago. Aseguraba que en el interior de un sobre se encontraba una foto de Javier Bardem, el famoso en el que Natalia, una mujer del público, estaba pensando. Teto enseñó la foto de un bebé: "Aquí tedes a Bardem cando tiña tres meses!", dijo desatando las carcajadas de los asistentes."E se chega a pensar en Obama, por exemplo?", girando la foto enseñando a otro bebé, mulato.

En el momento más álgido del espectáculo, el mago Teto comenzó a explicar uno de los trucos, llamando la atención de todos, que no daban crédito. "É a primeira vez que vexo a un mago desvelar os seus segredos", comentaban los mayores del público. 

En teoría, el mago convirtió un pañuelo en un huevo, pero enseñó como el huevo, de plástico, estaba hueco. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, cascó el huevo en un vaso dejando perplejos a todos. ¿Cómo iba a desvelar sus trucos un mago?

discípulo de juan tamariz

Héctor Guerra siempre sintió atracción por las cartas de póker, y con 14 años cayó en sus manos un libro de Juan Tamariz. Y comenzó a realizar trucos de magia a familiares y amigos. Tenía claro que de mayor quería ser mago. "E 25 anos despois seguimos con esta película", dice orgulloso. 

"Intento transmitirlles distintas emocións: ledicia, misterio, a veces un pouco de medo... As caras dos pequenos son sinceras e da gusto velos cando están coa aberta ou cos ollos coma pratos", destaca el mago.

En sus 25 años haciendo magia siempre mantuvo una misma premisa: "O importante é, como di Tamariz, que os adultos saquen ese neno que levan dentro e que, para grandes e pequenos, sexa unha festa da felicidade". 

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