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El 25% de los edificios a la venta en Ourense está en el Casco Viejo

Ourense. 18/07/2018. Reportaje sobre pintadas y grafitis en el casco vello de la ciudad.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Una de las calles de la zona antigua, con grafitis. (XESÚS FARIÑAS)
El Concello dice que "la falta de personal" complica la búsqueda de soluciones a la crisis de la zona 

"Secuestrados en casa". "Sueños rotos". "Nos echan". Los vecinos del Casco Viejo, ahora agrupados bajo la Asociación O Cimborrio, ven vulnerado su derecho al descanso de jueves a domingo. La concejalía de Urbanismo asegura que mantiene "reuniones constantes" con hosteleros y vecinos "para buscar la mejor solución para todos". La estampa de una de las bazas turísticas de la ciudad echa para atrás a inversores y posibles inquilinos. Nadie quiere vivir aquí.


“No vamos en contra"


Una pachanga de madrugada el pasado fin de semana, fue el último "colmo" del ruido del que advierten los vecinos, con más intensidad desde hace unos meses. La movida ourensana siempre estuvo en esta zona. Son conscientes y lo fueron cuando decidieron instalarse aquí.

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Por este motivo, señalan que "no vamos en contra" de los negocios ni del ocio nocturno, sino "contra la falta de cumplimiento de la normativa". Pubs que no respetan los horarios e incluso mantienen la puerta abierta hasta altas horas de la madrugada, botellón en la calle y en los portales, destrozos en vehículos y mobiliario urbano, vomitonas, meadas y peleas: alguno de los problemas que señalan los vecinos del Casco Vello.

"Los horarios no se respetan", dicen desde O Cimborrio, que han acudido hasta al Defensor del Pueblo para reclamar su derecho al descanso. Apelan a la normativa municipal sobre protección contra ruidos, que delimita el Casco Viejo como zona especialmente "protegida" por saturación acústica.


“Falta plantilla"


Sonia Ogando, concejala de Urbanismo, señala que en el Concello “somos perfectamente conocedores de la situación del Casco Viejo y desde la concejalía estamos reestructurando el servicio para dar respuestas más ágiles y efectivas,  pero contamos con el hándicap de la falta de personal, que confiamos en solventar con nuevas incorporaciones". Ogando apunta también a que "estamos trabajando para adaptarnos a la nueva normativa autonómica sobre espectáculos con la máxima garantía y operatividad".


Viviendas vacías


"El 25% de los edificios a la venta en el ayuntamiento de Ourense se concentran en el área del casco histórico", señala Benito Iglesias, presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). "No se puede negar la existencia del problema para así tapar una deficiente gestión en materia de seguridad y convivencia. No podemos crear un gueto en el casco antiguo ,el cual debería ser nuestra imagen de cara al turismo foráneo", valora Iglesias. Las claves del declive según el presidente de Fegein son la "falta de limpieza y seguridad", unidas al "repunte del vandalismo". 


El precio del metro cuadrado desciende en 600 euros en las zonas más afectadas


La que llegó a ser una de las zonas más cotizadas de Ourense para la vivienda, se convierte ahora en un barrio en el que no se puede conciliar el sueño. La pérdida de valor en el Casco Antiguo se hace visible en las calles que van desde la Plaza Mayor hasta el Xardín do Posío y desde Pena Trevinca hasta la praza de Abastos. "Más del 60% de está area está vacía de habitantes y actividades comerciales", apunta Benito Iglesias.

Según los datos catastrales, hay 66.439 viviendas en el concello de Ourense, 14.561 vacías

Uno de cada cuatro  edificios a la venta en el ayuntamiento de Ourense se concentran en el área del casco histórico según los datos de Fegein. La comparativa de precios con el centro de la ciudad (Santo Domingo, Paseo...) es llamativa y refleja la degradación de los Vinos. Fegein calcula unas 600 viviendas a la venta en la zona centro a un precio medio de 2.000 euros el metro cuadrado. En el Casco Viejo, hay aproximadamente 250 viviendas en venta a un precio medio de 1.400 euros el metro cuadrado. En la misma zona vieja, zonas más afectadas por esta situación, el precio desciende hasta los 600 euros por metro cuadrado.

"Está claro que no es fácil vender. Y los alquileres también cuestan. Por esta zona ya no optan las familias. Son principalmente jóvenes. Incluso los estudiantes ya prefieren otras zonas para vivir como A Valenzá antes que el casco antiguo", apunta Benito Iglesias. n

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