infraestructuras

La A-52 estrena nuevo pavimento hasta A Canda tras años de deterioro

Lubián. 29/08/2019. Asfaltado de la A-52 a la altura de Lubián.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Asfaltado de la A-52 a la altura de Lubián. Foto: Xesús Fariñas
Los efectos de las obras de mejora, ya son visibles, pero causan colas en la zona del Padornelo

El pésimo estado en el que se encontraba durante los últimos meses la A-52, principal puerta de entrada a la provincia desde la Meseta, empieza a revertirse, ya que el Ministerio de Fomento ha acometido parte de las labores de rehabilitación estructural del firme de la calzada desde la localidad zamorana de Requejo de Sanabria hasta el límite con la provincia de Ourense, en el túnel de A Canda. 

El ya conocido como "tramo da vergonza" entre Puebla de Sanabria y Ourense, víctima de apaños poco efectivos durante los últimos años, vuelve a recibir un lavado de cara que se espera dé mejor resultado. En el debe, las colas e incomodidades originadas a los conductores, al realizarse al final del verano, en plena operación retorno.

Actualmente, el carril izquierdo ya está en mejor estado hasta la entrada del túnel del Padornelo, que cuenta con nueva capa de firme.  Además, están colocando nuevo firme en el tramo entre Padornelo y A Canda, donde se mejoraban ayer ambos carriles y los accesos desde la N-525, ala altura de Lubián, lo que ha obligado a desviar la circulación por el otro sentido. 

Justo hace dos años, en agosto de 2017, tras las múltiples quejas, el Estado había invertido una partida en arreglar este mismo tramo entre Puebla de Sanabria y A Canda, cuyo deterioro obligó a mantener cerrado un carril. 

"Iso quedou mal rematado e tirouse unha cantidade de diñeiro que non serviu para nada, chegou o inverno e estragouse todo", explicaba a principios de verano el regidor de Lubián, Felipe Lubián. Ahora, se espera que haya mejores resultados. 


Veinte Kilómetros


 Las obras se están acometiendo entre el punto kilométrico 94 hasta el 111,800, justo a la entrada de A Canda. Se ha repuesto todo el firme, afectado por socavones, baches y grietas lo largo del recorrido, y que ponían en juego la integridad física de los conductores. El mayor inconveniente es que las obras se realizan en pleno verano, cuando más desplazamientos se producen en esta infraestructura, si bien se acomete ahora debido a la imposibilidad de realizarlo durante la campaña de vialidad invernal y debido a que asientan mejor los materiales.  

Además del fresado y la reposición de las capas de mezcla bituminosa aplicadas, queda pendiente realizar la señalización horizontal de la vía, ya que ahora carece en los tramos arreglados de líneas de separación entre carriles. 

Por otra parte, el pasado verano, la Dirección General de Carreteras adjudicó por 7,2 millones los trabajos de conservación en la parte ourensana de la A-52, que se acometerán hasta 2021. 

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