Las 65 escuelas infantiles de Ourense, todavía sin plan

El futuro inmediato de las escuelas infantiles todavía está en el aire, tras más de dos meses y medio cerradas a causa de la crisis del coronavirus. La Consellería de Política Social elabora la hoja de ruta, tras reunirse el pasado lunes, de forma telemática, con representantes del sector, y escuchar sus posturas y preocupaciones. No se descarta la reapertura en las próximas semanas, pero tampoco permanecer cerrados hasta septiembre. Los 65 centros de la provincia –de los que 29 son de titularidad autonómica y el resto se dividen entre municipales, de iniciativa social y privadas– se enfrentan a la desescalada con dudas y preocupación, y piden garantías máximas para sus trabajadores y alumnos, que oscilan entre los 0 y 3 años. La Consellería remarca la dificultad de tomar una decisión, ya que por ahora no existe unanimidad de opiniones entre pediatras, familias y propias escuelas. Como telón de fondo, los problemas de conciliación de numerosos padres tras la vuelta al trabajo presencial, sumado a los riesgos de dejar a sus hijos al cuidado de los abuelos –población de riesgo, en su gran mayoría–. Política Social delibera su futuro, sin consenso entre pediatras, familias y centros educativos Los profesionales miran con preocupación la reapertura y hacen hincapié en la necesidad de garantías máximas Reducir la ratio a 5 alumnos por educador o restringir la entrada de padres, posibles medidas para la vuelta a la actividad El posible protocolo La vuelta a la actividad de este tipo de centros necesita de un protocolo específico, que atienda a las particularidades de los niños, así como a las características de los centros y al número de trabajadores. Por el momento, según ha podido saber este periódico, se ha barajado la posibilidad de reducir la ratio de alumnos por educadores hasta los 5, una cifra que dista mucho de las situación previa al inicio de la crisis sanitaria. En las escuelas autonómicas, las ratios pueden alcanzar los 20 niños por educadora en la franja de 2 a 3 años; los 12 ó 13 en la franja de 1 a 2 años, y los 8 en los más pequeños, de 0 a 1 año. Encima de la mesa también se han abordado cuestiones como la higienización de las manos de los niños –que en su mayoría no son capaces de hacerlo por su cuenta–, así como el uso de juguetes en las clases y zonas de juegos comunes o la restricción de la entrada de padres al interior de los recintos educativos. La Consellería garantiza que el protocolo de reapertura se decidirá con el consenso del sector, de los trabajadores y con el visto bueno de los profesionales sanitarios. Crecen las pérdidas del sector privado, que suma más de dos meses sin ingresos En paralelo a la decisión sobre la reapertura, las escuelas infantiles privadas se enfrentan a más de dos meses y medio sin ingresos de ningún tipo, ya que no se están cobrando las mensualidades de los niños desde el inicio de la crisis sanitaria. Los trabajadores, mientras tanto, permanecen en ERTE, pero la factura de los centros no deja de correr. Muchas son las familias que, ante este difícil escenario, sin posibilidad de conciliar tras la vuelta a la actividad y sin fecha de reapertura de las escuelas, optan por contratar los servicios de una persona que acuda al hogar y cuide de los niños. Los centros, a la espera de una decisión de Política Social, atienden estos días las dudas de los padres, que esperan desde hace semanas una respuesta a la incertidumbre. Los trabajadores, por su parte, remarcan la importancia de contar con las máximas garantías de seguridad antes de reanudar la actividad.