TEMPORAL

Un desprendimiento en Laza afectó a 1.150 pasajeros de trenes a Madrid

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photo_camera Los pasajeros tuvieron que ir en bus.

Los viajeros de cuatro convoyes tuvieron que ser trasladados en autobús hasta A Gudiña, con retrasos de hora y media La vía quedó despejada pasadas las 22,30 horas, por lo que los trenes ya operarán hoy con normalidad, según Renfe 

Un desprendimiento de tierra y árboles sobre un tramo de vía ferroviaria entre Laza y Castrelo do Val, causado por las fuertes lluvias de los últimos días y registrado pasadas las 11,00 horas de ayer, obligó a Renfe a interrumpir la circulación en el trecho entre Vilar de Barrio y A Gudiña, lo que afectó al recorrido de cuatro trenes Alvia que conectaban Galicia con Madrid; dos, de vuelta de la capital, y los otros dos restantes, rumbo a esta.

La incidencia sorprendió en pleno trayecto a los dos primeros comboyes, que habían partido respectivamente de Ferrol, a las 07,15 horas –salió de Ourense a las diez menos nueve minutos–, y de Madrid, a las 08,45 horas. Para solucionar la problemática, Renfe habilitó autobuses para la realización de un transbordo entre las estaciones de Vilar de Barrio y A Gudiña, para retomar el recorrido en tren hasta su destino. La segunda tanda de viajeros afectados tenía previstas sus correspondientes salidas a las 09,10 horas desde Ferrol –12,40, desde Ourense– y a las 12,10 horas desde Madrid. En esta ocasión, Renfe habilitó autobuses que completaron por carretera el recorrido entre la estación Empalme y la de Puebla de Sanabria. En total, este desprendimiento de tierra afectó a un total de 1.150 personas que viajaban en los cuatro convoyes. 



Vía ya restablecida

Pasadas las once de la noche, Renfe confirmaba que la vía, sobre la que se estuvo trabajando todo el día para retirar tierra, rocas y vegetación arrastradas por el desprendimiento, quedaba libre de obstáculos, por lo que los trenes que tienen prevista su partida hoy podrán realizar el recorrido con normalidad. Los primeros salen de Ourense a las 12,40 horas y de Madrid, media hora antes.

El obligatorio transbordo supuso retrasos en la llegada de los trenes a sus destinos, aunque esta no alcanzó la hora y media, según explicaron los pasajeros que subieron en el autobús en la estación Empalme de la ciudad. La hora de llegada a la madrileña Chamartín prevista para ese tren eran las 17,50 horas; tras el transbordo, los viajeros alcanzaron la capital a las 19,10.

La confusión y el descontento reinaron en el andén de la estación de Ourense. "Minutos antes de que llegase el tren de Ferrol, nos informaron por megafonía de que había un desprendimiento sobre la vía, sin concretar el lugar, y que habría un transbordo", relata Manuel Rey, uno de los afectados. La confusión y el descontento reinaron entre el pasaje en los primeros minutos, especialmente por parte de aquellas personas que estaban pendientes de vuelos u otros transbordos una vez llegada a la capital. Entre los viajeros también se encontraban aficionados del Deportivo de La Coruña, que acudían a presenciar el partido contra el Real Madrid.

"Esperamos una hora, aproximadamente, para estar todos instalados en los cuatro autobuses que nos llevaron a Puebla de Sanabria", cuenta Rey. Esa espera en el vestíbulo de la estación fue el momento más crítico, ya que "nadie nos decía nada y no sabíamos realmente qué era lo que sucedía". Llegados a la localidad zamorana, pasaron a continuación a un nuevo tren Alvia que completó el recorrido con normalidad a Madrid "en unas cuatro horas".

Cabe destacar que las lluvias ya habían provocado distorsiones en la actividad ferroviaria gallega un día antes. Otro desprendimiento de tierra el viernes, en aquella ocasión entre los concellos coruñeses de Pontedeume y Betanzos, obligó a retrasar la salida del Alvia a Madrid en casi 90 minutos. El propio Manuel Rey recuerda que en su último viaje Madrid-Galicia, hace unos días, "ya sufrimos otro retraso de una hora y media".

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