Manuel Isorna: “En el 80 por ciento de las agresiones sexuales está por medio el alcohol”

Manuel Isorna Folgar (Catoira, Pontevedra, 1969), doctor en Psicología y profesor de Educación en el Campus de Ourense, es técnico de prevención de drogodependencias y conductas adictivas. Lleva décadas alertando de los peligros de prácticas como el botellón en los adolescentes, con secuelas para toda la vida. También ha publicado varios estudios científicos sobre el consumo de sustancias e investiga qué papel tienen las drogas en los casos de violencia sexual. Pero no solo las que últimamente causan más alarma social, como es la burundanga que anula la voluntad de la víctima y apenas deja rastro en el cuerpo. Al contrario, Isorna asegura que el alcohol sigue siendo la principal droga presente en las violaciones. El violador también ha evolucionado de perfil: ya no actúa solo y casos como “La Manada” han puesto en evidencia un cambio de patrón. “Da vulnerabilidade sexual ás drogas facilitadoras do asalto sexual: submisión química versus vulnerabilidade química” es el título del curso de verano que impartirá en el Campus, acompañado por expertos de toda España. El curso se imparte del 11 al 14 de julio en el Campus y el aula virtual de la UVigo. Todavía se admiten inscripciones en la web la universidad. Es justificada la alarma social por el incremento de casos de sumisión química en víctimas, normalmente, mujeres jóvenes? Hay dos conceptos que aclarar. Una cosa es la sumisión química y la otra la vulnerabilidad química. La sumisión ocurre cuando te introducen en la comida o la bebida una droga que tú no eres consciente de que estás tomando. Lo que suele pasar, en realidad, es que las víctimas son conscientes de que consumieron drogas. Es decir, vulnerabilidad química. Son casos en los que entras en un estado de tal vulnerabilidad que los agresores lo único que hacen es observar. Víctimas que voluntariamente han consumido, por ejemplo, alcohol. Exacto. La víctima queda en un estado semicomatoso y el agresor se aprovecha de que está totalmente embriagada. La mayor parte de las denuncias que tenemos de agresiones sexuales son de vulnerabilidad química. La víctima consume, voluntariamente, mucho y varias drogas, que queda en ese estado y el agresor se aprovecha. Antes se victimizaba a la mujer. En una agresión de este tipo, la mentalidad machista te preguntaba: “¿Cómo hiciste eso?”; ¿cómo te atreviste a subir al coche con tres tíos estando como estabas?”. Y la víctima nunca denunciaba. Eras violada, te ibas a tu casa y te comías el marrón y el estado emocional negativo, incluso con reproche social. ¿Y ahora? Hoy cambió. Hay un movimiento social de defensa de los derechos de las mujeres que contribuye a que ellas denuncien. También hay más casos por mimetismo. Nos está sorprendiendo mucho la violencia sexual en grupos. La violación siempre fue algo individual y hoy el cambio social es que sea en grupo, como La Manada y otros casos. Antes la víctima se silenciaba y no denunciaba, hoy esto cambió. También cambiaron los protocolos. Antes la víctima era una tía que había sido violada, despierta al lado de un tío que no conoce, llega al cuartel de la Guardia Civil y se encuentra a un tío de guardia al que le dice: “Creo que me han violado”. Y el guardia te pregunta: “¿Cómo que crees? ”¿Y quién?”. Muchas víctimas se iban llorando para casa, iban a poner una denuncia y se sentían tan intimidadas y despreciadas en el propio interrogatorio que se iban. Hoy hay un protocolo, normalmente tiene que ser una mujer la que te acompaña al centro médico. Que es al primer sitio al que tienes que ir para que saquen muestras. Hay más casos de agresión sexual, sí, pero porque los condicionantes sociales contribuyen a que se denuncie más. También cambia el patrón y todos los casos que hay últimamente y los de más alarma social son violaciones en grupo. ¿Ya hay más casos de agresiones sexuales en grupo que individuales? Creo que no, que todavía sigue siendo el individual. Pero sí se nota un incremento del grupo. No todo lo que se denuncia y todo lo que es con sentencia firme representa la realidad. En el curso del Campus vamos a hablar desde ese punto de vista penal. Creemos que es la punta del iceberg, habrá muchos más casos individuales que no se denuncian pero también muchos grupales que no se denuncian. ¿Por qué cambió el patrón y se viola en grupo? Tiene mucho que ver con la pornografía. Esa muestra de virilidad del grupo, de cuatro o cinco tíos en los que siempre hay una víctima. Un objeto sexual que nos vamos pasando entre nosotros. Esa normativización de la pornografía como objeto sexual se lleva a un ambiente de ocio donde hay mucho consumo de alcohol. Muchas veces es planificado, como La Manada. Otras muchas ocasiones sucede por presión de grupo. Te encuentras en esa situación, el grupo te presiona y bajo efectos del alcohol se genera un caldo de cultivo para que agresores que no lo tenían pensado, ante la oportunidad, realizan esa conducta. El modus operandi es que ella está muy borracha, el líder del grupo empieza y el resto lo sigue. Se dice que el agresor, en gran parte de las ocasiones, es una persona conocida de la víctima. Normalmente siempre. Cuando no estás en un entorno familiar, estás muy alerta. Suele pasar que estás en un ambiente relajado, con gente que conoces, estuviste otras veces y no pasó nada y tu nivel de alarma baja. Ahí es donde estas personas que aprovechan la oportunidad manifiestan esa conducta agresiva. ¿Qué vinculación suele tener el consumo de drogas en las agresiones sexuales? ¿En cuántas agresiones hay consumo? Prácticamente en el 100%. Y además, tanto en la víctima como en el agresor. El consumo de alcohol, en el 80% de los casos, queda registrado el consumo que hay tanto en la víctima como en el agresor. Aunque es muy alarmante el tema de la burundanga en los medios, realmente no es así. La segunda droga que suele aparecer es el cannabis y la cocaína y algún psicofármaco mezclado con alcohol. El alcohol sigue desbancando a todas las demás drogas. Sí. Es la droga fundamental. Si queremos reducir los porcentajes de sumisión química, la droga principal a combatir es el alcohol. Sin duda. ¿La ley conocida ahora como “solo sí es sí” cambiará mucho el panorama en estos delitos? La ley se lleva aplicando en California desde 2014. Va a cambiar muchas cosas. A partir de ahora solo el sí quiere decir sí. Si estoy muy borracha y quieres follar conmigo, cuando el agresor ve que no dice que no, se le suponía que estaba diciendo que sí. Pero ya no será así. Que yo ni balbucee ni diga nada no es una agresión, es una violación. Si se explica bien, cambiará mucho las cosas. Pero si se va a publicar en el BOE y no hay debate público ni se lleva a los colegios, me temo que va a ser un ley más donde la población no entiende. A partir de ahora habrá muchos más años de cárcel por esto. Ya no es un abuso. El Complexo Hospitalario Universitario de Ourense puso en marcha un protocolo para actuar ante casos de sumisión química. Es un protocolo que en la medicina forense ya saben hacer, en todo el Estado. Lo importante es que cuando hay un supuesto caso de vulnerabilidad química, hay un protocolo para que el forense recoja las muestras y cómo guardarlas. Es imprescindible para el juicio.