Manuel Blanco Labrador es jefe de servicio de Otorrinolaringología del CHUO
Los baños en playas y piscinas aumentan el riesgo de padecer otitis externa. El jefe del servicio de Otorrinolaringología del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, Manuel Blanco Labrador, señala que esta infección se produce por un mayor contacto con el agua durante la época estival. "La prevalencia de otitis externa aumenta durante los meses de verano. Un 90% de ellas se producen en verano porque está íntimamente relacionadas con los baños".
¿Por qué se produce?
El oído normalmente tiene unos mecanismos de defensa como la secreción de cerumen, que incluye una serie de sustancias que son bactericidas, y un pH bajo. Cuando uno se baña, este pH, que suele ser ácido, sube de tal forma que uno de los mecanismos de protección desaparece. Al mismo tiempo, la capa de cerumen se diluye. Esto hace que en el conducto auditivo externo, que es una cavidad cerrada, al alterarse la flora y pH se favorezca la aparición de otitis. Por otro lado, en gente con patología crónica del oído, la inmersión dentro del agua está totalmente contraindicada.
¿Cómo se trata?
Como es un cuadro agudo y doloroso, la terapia consiste en hacer una limpieza y aplicar un tratamiento tópico, aunque muchas veces es necesario un tratamiento antibiótico. Bien tratado, tiene una evolución de entre tres y siete días. Son cuadros que pueden cursar con fiebre y dolor, pero si se trata precozmente no debería ir a más. No obstante, en pacientes inmunodeprimidos o diabéticos, sí puede dar otitis maligna importante; es decir, una infección que pasa más allá del oído, que incluso puede afectar a la cavidad craneal. No es lo habitual.
¿Son más propensos los niños?
En los niños es muy frecuente la otitis serosa, que las solemos tratar con drenajes transtimpánicos. La familia debe saber que el menor no se puede mojar. A pesar de tapones o gorros, si se baña acaba siempre con una otitis media. Ya no sería externa sino que el agua penetra dentro del oído medio originando una otitis media aguda.
A nivel general, ¿mejora la patología del oído en verano?
Las patologías asociadas a catarros mejoran. En el caso de la sinusitis, registramos dos picos. Uno de ellos es en invierno por resfriados. En verano, vemos en niños complicaciones importantes, sobre todo en aquellos que buceen en piscinas con cloro. No son muy frecuentes, pero se ven. Por eso, no se recomienda a los niños propensos a padecer problemas catarrales o nasales practicar el buceo en una piscina.
