Reportaje

“A natureza non espera"

AMOREIRO (OS ARCOS). 03/05/2020. OURENSE. Retrato de Augusto González en su huerto de Os Arcos. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera Augusto González, vecino de la ciudad, pasó la jornada dominical en su huerta de Arcos, en Amoeiro. (Foto: Óscar Pinal)
Los huertos que quedaron abandonados con el inicio del confinamiento vuelven a recuparar vida. Con el permiso de desplazarse a ellos, comienza la plantación de productos de temporada: "É o momento de sementalos".

Cuando se decretó el estado de alarma, muchos huertos se quedaron a la espera de volver a ser lo que eran. Los que se ubican cerca de las casas de los dueños no sufrieron, pero aquellos más lejanos o que se hallan en otros municipios, quedaron "abandonados". Ahora, casi dos meses después recuperan la vitalidad. "Dende que deron permiso, xa me puxen a traballar para levalo ao rego", cuenta Augusto González, vecino de la ciudad, desde su huerta de Arcos en Amoeiro.

El pasado viernes, el Gobierno autorizó los desplazamientos a los huertos particulares destinados al autoconsumo, siempre que estén en el mismo municipio del residente o en otro colindante. Esta decisión no la desaprovechó Augusto González. "Xa subín todas as tardes a aldea para preparar todo de novo e poñerme a sementar", comenta. Hace algo más de dos meses, tenía todo preparado para cultivar. El confinamiento retrasó esta tarea que no puede aguardar: "A natureza non espera. Senón sementas no tempo, non recolles nada".

En esta tarea se encontraba ayer Félix González, vecino de San Cibrao das Viñas: "Ando sementando tomates e pementos, que son os de tempada". Su huerto no quedó tan abandonado como el de Augusto González, ya que contaba con una baza a su favor en una propiedad que queda a un kilómetro de su casa. "Eu veño todos os días porque teño animais e non podía deixalos morrer de fame", cuenta Félix González. 

Por el contrario, el huerto de su hermana, que reside en el País Vasco y regresa cada verano, no corrió la misma suerte. "Tiña todo listo para sementar e que,cando viñesen, tivesen xa algo para recoller", explica Félix González. De momento no ha ido a mirar cómo se encuentra el terreno, ya que duda de que pueda hacerlo porque no es de su propiedad. "Aínda non fun, estaba todo cabado e supoño que nacería de novo herba", supone.

Esto es lo que le ocurrió a Augusto González en Arcos, a pesar de que solía visitar su terreno para alimentar a unos gatos: "Está todo cheo de herbas, ca terra sen traballar e sen abornar". Lo que avanzara, debe volver a hacerlo para plantar esos productos de temporada que están a la espera. "Os tomates, por exemplo, son deste tempo e hai que aproveitar estas tardes para poñelos", indica Augusto González. En estos momentos, si las circunstancias fuesen las habituales, pronto recogería los primeros tomates. Mientras se conforma con las lechugas. "Sempre quedan añgunhas sementes soltas doutros anos e ao preparar a terra, saíron algunhas e xa as estou levando para a casa", señala.

Ponerse al día con la plantación de vegetales y hortalizas, es fundamental para que estos productos lleguen a madurar en condiciones óptimas. "Onde teño a miña horta, se espero un mes máis, non me merecería a pena poñer nada", afirma. El trabajo que supone el mantenimiento, que se ha duplicado con esta espera, hace que las huertas no sean "rentables", pero sí beneficiosas para la salud: "É un productos ecolóxico porque, como é para autoconsumo, tratas de que non leve productos químicos e sexa saúdable. É o que lle sacas", destaca Augusto González.

"Apretar" es lo que le toca para que todo llegue a buen puerto y junto a su madre, pueda disfrutar de estos productos caseros. "A nós, como somos poucos, axúdanos moito ter unha pequena horta", cuenta Augusto González. También disfruta de ver crecer su trabajo, algo que resalta de toda esta laborisosa tarea: "Gústame ver que cobran vida e crecen, sobretodo cando podo levalas para a casa", señala. Si nada cambia, Augusto González y Félix González disfrutarán de sus propias cosechas este verano. 

Te puede interesar