Desescalada

Barbadás se reconecta a la ciudad: "Necesitábamos la apertura"

Los comercios de A Valenzá miran con alivio la vuelta de la movilidad entre concellos

El pulpeiro Julio Álvarez sonríe al ver los coches atravesando sin parar la avenida de Celanova. "Estuve aquí estos últimos viernes, y era una pena, no se veía apenas gente... ¡esto es una alegría!", asegura, mientras despacha un encargo para el mediodía. "Mira, este señor que me acaba de pedir el pulpo es de Toén, y no venía desde hacía semanas", apunta.

El suyo no es un caso aislado: el sentir general entre los comercios del concello de Barbadás es de alivio y de ilusión ante la relajación de las restricciones de movilidad que entra hoy en vigor. En el caso de este municipio, le permite reconectarse al núcleo urbano de Ourense, del que es una extensión natural y con el que tiene mucho contacto.

"Muchos de nuestros clientes son de la ciudad", explica Thomas Hubie, que lleva el autolavado El Pulpo. Hubie enseña el calendario de citas de la semana pasada -apenas algunos nombres dispersos por el papel- y el de estos días, lleno de reservas. "Cuanto más abiertos, ¡mejor!", insiste.

Teresa Losada, de la empresa de materiales de construcción Delgado Losada e Hijos, añade que no recordaba haberse emocionado tanto por la reapertura de un bar como esta mañana. "Nosotros hemos seguido cruzando los límites para trabajar, porque somos autónomos, pero ver las persianas subidas, la gente... ¡lo necesitábamos!".

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