La sentencia considera probado que la inculpada se llevó la perra
El juez del Penal 1 absolvió a Ishrak R.A.M. del robo de una perra de raza Yorkshire llamada Perla que estaba en casa de su expareja, a la que pudo acceder contratando lo servicios de un cerrajero, un hecho que ocurrió el 1 de junio de 2016.
La sentencia considera probado que la inculpada se llevó la perra -ella ya lo reconocía- pero sin que "haya resultado probado que tuviese intención de obtener un ilícito enriquecimiento", es decir, descarta el ánimo de lucro en el proceder de la mujer. La expareja también la acusaba del robo de 2.000 euros de la vivienda pero el juez destaca que este delito tampoco quedó probado.
El juez tiene en cuenta que la disputa por la perra se produce "en el contexto de una tensa ruptura de una relación de pareja" hasta el punto en que el denunciante había sido condenado por un delito de malos tratos cometido sobre Ishrak en 2015.
Entiende que "las divergencias existentes sobre la propiedad de la mascota, que no pueden ser resueltas con base en la documentación administrativa aportada por las partes, impiden apreciar con el rigor que exige el dictado de una sentencia penal condenatoria la concurrencia de ánimo de lucro en la actuación de la acusada", dice el magistrado. Si bien es cierto, que la conducta de llamar al cerrajero "aparece como reprochable".
