Las imágenes de la joven, menor de edad, aparecieron en una web

Absuelto de colgar fotos de su exnovia desnuda

El delito de divulgar sin permiso fotos en las que una menor de edad vecina de la ciudad aparecía desnuda en una página de internet quedará impune.
El Juzgado de lo Penal considera que sí estuvo justificada la investigación sobre O.F.R., su exnovio, acusado de un delito de injurias graves con publicidad, otro contra la integridad moral y un tercero de revelación de secretos, por los indicios que le señalaban, pero no tuvieron 'la potencialidad suficiente' para sustentar una sentencia condenatoria. 'Lo cierto es que no se han podido despejar todas las dudas que presenta el caso, lo que, al fin y a la postre, determina la inexcusable necesidad de proclamar la absolución del denunciado', dice la magistrada Susana Pazos.

Las sospechas sobre el exnovio radican en que en la web www.kesar.org aparecieron imágenes que había realizado el inculpado cuando salía con la joven, que entonces tenía 16 años. Esta última indicó en el juicio que se habían realizado con su consentimiento, pero sólo para uso privado entre ellos dos. 'Si sólo inicialmente tenían a su alcance ellos dos dichas fotografías es lógico, descartando obviamente a la perjudicada como posible autora , que se presumiese siquiera, de manera indiciaria, la participación del acusado en los hechos', recoge el fallo judicial absolutorio. Ahora bien, las indagaciones e investigaciones posteriores dirigidas a esclarecer los hechos 'no permiten elevar esos indicios a la consideración de prueba incontrovertida e indubitada de la autoría de los hechos por parte del acusado'.

Entre las lagunas, destaca la jueza el que no se determinó qué fotos existían, con qué aparatos se obtuvieron y quienes tenían la reproducción. Mientras que la denunciante asegura que las hizo él con su móvil, el exnovio dijo que había imágenes en el teléfono de ella así como dos CDs.

Las investigaciones de la policía judicial así como el propio juzgado instructor sólo pudieron concluir que fueron colgadas desde un cíber de la calle Manuel Murguía a través de una cuenta que no existe ya y que no dejó rastros incriminatorios. Los agentes encargados del caso concluyeron que no había datos objetivos para atribuir a nadie la autoría, lo que llevó al fiscal a no acusar en este proceso.

Por su parte, la acusación particular reclamaba una pena de cuatro años y nueve meses de prisión y 11 meses multa (seis euros al día) así como una indemnización de 30.000 euros.

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