La habitación que ocupaba el acusado, donde estaban los objetos robados, no tenía llave, recuerda la jueza
El Juzgado de lo Penal 1 de Ourense absolvió a Nelson M.F., de 27 años, de un delito continuado de robo con fuerza en pisos habitados de la ciudad en los meses de septiembre y octubre de 2016. La fiscal lo responsabilizaba de cuatro asaltos porque la Policía Nacional le incautó en una casa en la que vivía objetos que habían sido sustraídos en los domicilios donde acontecieron los robos tras forzar las puertas de acceso.
La jueza argumenta que no hay prueba de cargo que sustente una condena en tanto que las huellas tomadas no arrojaron resultados y que no hay grabaciones de las cámaras de seguridad ni testigos que puedan dar razón de los hechos.
"No ha quedado acreditado que la habitación en la que pernoctaba Nelson estuviera cerrada y él solo tuviera acceso sino todo lo contrario, al haber declarado la inquilina en el plenario que la habitación que ocupaba el morador no tenía llave".
Para la togada, el hecho que el acusado tuviera en su poder parte de los objetos sustraídos en los domicilios de A.M., M.J., E. y A. "por sí solo no es un indicio lo suficientemente relevante para desvirtuar la presunción de inocencia que le ampara para llegar a determinar que es autor de los delitos por los que se sigue la presente causa al no poder descartarse la intervención de otras personas en la comisión de los hechos delictivos".
La policía dio con el paradero de los objetos porque acudieron a un domicilio en donde sospechaban que residía para dar cumplimiento a una orden de detención e ingreso en prisión. Al llegar a la casa, la mujer que vivía allí con su pareja les dijo que Nelson M.F. había pernoctado allí pero que ya no estaba. Había dejado pertenencias suyas e instó a los policías a que las recogieran. Al día siguiente, volvió a llamarlos porque había encontrado más objetos suyos.
