“Mi abuela ayudó a más de 500 personas durante la guerra a huir de los nazis'

Julio Rodríguez Touza, en su despacho madrileño (Foto: H.D.)
Julio Touza es un reconocido arquitecto de prestigio internacional con un estudio situado entre los grandes de Europa y con edificios que dibujan el nuevo panorama urbano de ciudades de Marruecos, Brasil o Vietnam. Y sin embargo sus edificios se hacen pequeños en comparación con la gesta (que ya relató La Región) de su abuela Lola y sus tías Amparo y Julia. Estas tres mujeres ayudaron a salvar cientos de vidas de judíos que huían de los nazis desde Ribadavia hasta Portugal. Julio Touza conoció la historia hace sólo seis años y desde entonces se sigue sorprendiendo del valor de aquellas mujeres. La recuerda en esta entrevista.
¿Cuándo descubre la historia de su abuela Lola y sus tías Amparo y Julia?
Fue en el año 2005 cuando se publica el libro 'Camiños de ferro' de Antón Patiño, que hablaba de su gesta. Yo desconocía todos los detalles y por eso lo primero que hice fue intentar ponerme en contacto con el editor y autor de la obra, pero ya había muerto. A pesar de que conocía la historia desde el año 1964 había hecho un juramento con mi abuela y mis tías para no publicarla hasta que todos hubieran muerto.

¿En su familia nunca llegaron a sospechar de esta actividad de su abuela?
Nunca supimos nada. Ni siquiera sé si mi padre llegó a estar enterado de aquello. Mis hermanos y yo siempre vivimos con mi abuela y mis tías. Vivíamos allí porque las adorábamos y ellas a nosotros. Por la noche dormían en una habitación muy grande de unos 200 metros cuadrados a la que llamábamos La Timba, porque había sido el salón de juegos del Casino antes de que lo cerraran. Cuando éramos pequeños a veces nos ponían una cama en esa habitación. Ellas hablaban en voz alta, pero a veces bajaban la voz para que no las oyéramos. Pero claro, no podíamos imaginar el tipo de actividades que realizaban, como tampoco supimos hasta años después que debajo de la cantina tenían un zulo en el que escondían a los judíos antes de sacarlos del país, o una habitación oculta en el fallado de la casa donde sé que tuvieron mucha gente escondida de uno y otro bando durante la Guerra Civil.

¿A cuántas personas cree que pudieron ayudar a escapar?
No lo sabemos, pero como me dijo en una ocasión el presidente de Israel, aunque fuera una sola persona sería una gesta heroica. El nivel de reconocimiento más alto de Israel, similar a la santidad en la religión católica, es nombrar a alguien Justo entre las Naciones y me consta que han iniciado el proceso para darle ese reconocimiento a mi abuela. Algunas personas que han estudiado este caso creen que fueron más de 500. Por lo que yo fui descubriendo sé que fueron muchos. Tengo un testimonio de una persona de 90 años, que aún vive y que reside en Venezuela, que me contó cómo una noche ayudó a mi abuela a sacar a dos judíos desde Ribadavia a Portugal.

¿Cuántas personas podrían estar implicadas en esa red de huidos del nazismo??
Por lo que hemos podido saber mi abuela y sus dos hermanas fueron las que decidieron que iban a ayudar a los huidos del nazismo. Para ello contaron con la ayuda de un emigrante que había estado en Estados Unidos y había aprendido algo de polaco. Muchos de los judíos eran de origen polaco y esta persona, que trabajaba como tonelero en Ribadavia, actuaba como traductor. También estaban implicadas dos personas con coche, que eran taxistas, José Rocha y José Míguez. Y en algunas ocasiones, cuando todos ellos estaban muy vigilados por la Gestapo alemana, participaban un barquero y su hijo, dos personas que eran de absoluta confianza para mi abuela.

¿Ha encontrado documentos que puedan aportar alguna luz a aquella actividad?
Sí, creo que en los archivos británicos del MI 5 y el MI 6 se guardan documentos, porque los británicos también trabajaban de forma activa en la evacuación de los huidos del régimen nazi. También tengo el testimonio oral de este barquero y de su hijo, que en una de esas huidas pudo ver claramente la numeración marcada a fuego en su cuerpo del campo de concentración del que había escapado. Mi abuela, además de salvarles la vida, les daba tres duros de plata. Y uno de esos huidos le dio uno de los duros de plata al hijo del barquero. Esa persona emigró a Venezuela y pude conocer su testimonio hace unos años. Cuando nos vimos me devolvió ese duro, que había conservado siempre, porque creía que sus herederos éramos quienes debíamos tenerlo.

¿Han llegado a recibir algún tipo de comunicación o agradecimiento de alguno de los posibles rescatados?
He recibido muchos correos electrónicos desde Israel, desde Nueva York y desde otros lugares del mundo en el que me confirman que ya sabían de la existencia de la red que había creado mi abuela en Ribadavia. Son testimonios aislados y en algunos casos me confirman que ellos mismos están promoviendo el título de Justo entre las Naciones para mi abuela.

¿Cree que su abuela y sus tías han tenido un reconocimiento por su comportamiento?
Ribadavia les ha rendido un homenaje en el año 2008 muy sencillo, pero muy emotivo, poniendo una placa en la casa donde vivieron y con una inscripción en la que se destacaba que habían sido 'loitadoras pola libertade'. El pueblo de Israel es mucho más impetuoso. He recibido el agradecimiento personal de Simón Peres, tengo copia del certificado del árbol que han plantando en las colinas de Israel en memoria de mi abuela y sé que ahora quieren plantar una alameda en su recuerdo. La próxima semana me visitan Luis Tosar y una representación de Ribadavia porque quieren preparar una película. Su gesta merece ser recordada. n

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