Aprendiendo (o no), en cuarentena

Acisclo, diario de eremita

El escultor ourensano Acisclo Manzano (JOSÉ PAZ)
photo_camera El escultor ourensano Acisclo Manzano (JOSÉ PAZ)
El confinamiento del "escultor poeta" es desde la celda 41, donde prepara su gran cumbre: la última exposición, dice. 80 años de vida, 60 de "artistiña": "Igual tengo que esperar a los 81"

A Acisclo Manzano (Ourense, 1940) el estado de alarma le sorprendió tallando su cumbre. Lleva tiempo diciendo que este 2020 es el año, el de su última exposición. El de una gran obra que consiga definirlo todo. Todo son 60 años de escultura que empezaron observando las cajas de puros que hacían los enfermos con los que compartió el sanatorio de Piñor cuando era un niño. “Con todo esto va a tener que ser a los 81 años en lugar de a los 80 cuando tenga mi última exposición”, se reafirma en ese fin que se ha fijado como artista.

Felicidad desde casa

“Hoy está mal día para cortar la hierba. Cómo crece la cabrona”, dice al otro lado del teléfono. “Estoy solo como buen eremita, anacoreta. Como estoy acostumbrado a vivir solo, no me cuesta tanto adaptarme. Lo que pasa es que añoro otras cosas. Pero lo paso bien cocinando, trabajando, mirando crecer la hierba…”. 

Que no pasen coches por la calle le devuelve a ratos a la realidad de esta crisis sanitaria. “No los veo porque no pasa ninguno, pero se pasa bien en casa. Yo tengo mi mundo. Aconsejo a la gente que convierta su casa en su gran templo y desde él verán el mundo entero. Todo tu mundo estará dentro de casa. Si empiezas por eso, serás feliz. Llegará el momento en que no quieras ni salir”.

¿Ni a tomar el aire?

Es curioso. Tengo 2.000 metros alrededor de casa y no salgo a pasear. Estoy en la ventana, en la terraza… No necesito salir porque estoy en el campo ya. Como siempre, soy buen eremita. Que no se desespere la gente.

¿Es buena época para ser artista?

Los artistas siempre dicen que estamos encerrados, no noto la diferencia. Yo estoy preparando esta exposición de mis 80 años, que serán 81. Me centro en el futuro presente.

¿En qué piensa estos días?

Creo que a mucha gente le va a cambiar la vida y va a pensar que las cosas que creía necesarias, ya no las necesita. Hay que hacer el mundo a tu alrededor, no forzarse, no obligarse a nada. Eso es lo que hay que hacer. Yo ahora hago cosas que dejaba de lado antes. No me llega el tiempo para todo, se me queda corto. Tanto el día como la noche.

Y yo que no sé qué hacer con el tiempo...

A mí me hace falta desde mi celda 41. Es el número de mi casa. Nos vamos comunicando así. El vecino en la 43, el otro en la 46… Y así vamos hablando estos días. Esperando a que el bicho decida marcharse. ¿Se matará en tres días? Como dicen que pasa con el bicho del pescado, ¿no?

Este tarda un poco más.

Hay que dialogar con él. Decirle: ‘Vaite de aí’. Humor. Hay que echarle humor a todo esto. Y un beso telemático.

Otro. 

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