Un acusación por atraco a una farmacia puede costarle hasta cinco años de cárcel

 El Juzgado de lo Penal sienta en el banquillo en la mañana de hoy a Bernardo P.A., acusado de un robo con violencia, en el que la fiscal le aplica la agravante de reincidencia.
El inculpado está acusado de  atracar una farmacia de la calle Progreso el cuatro de agosto del pasado año sobre las 16,40 horas de la tarde.


La acusación pública asegura que el inculpado rodeó el mostrador al tiempo que conminaba a la empleada a darle el dinero, al tiempo que la cogía del brazo y la guiaba hasta el cajón donde estaba la llave de la caja fuerte.


El acusado, según dice la fiscal, llevaba consigo una navaja que esgrimió contra la empleada. También intimidó a la trabajadora que estaba en las trastienda.
El inculpado, toda vez que consiguió la llave, abrió la caja y se apoderó de 1.855 euros.


La acusación pública, a la hora de establecer la pena, le aplica una agravante de reincidencia, ya que un juzgado carballiñés ya lo había condenado en junio de 2018  a 16 meses de prisión por robo con intimidación y el Penal 2 de Pontevedra, en marzo del pasado año,  le impuso un año y medio de cárcel por robo con violencia.


La abogada del inculpado no reconoce el delito en su escrito de defensa. Pero con carácter subsidario plantea la eximente por "estado de intoxicación plena".  O incluso una atenuante por actuar el inculpado "a causa de su grave adicción a las sustancias estupefacientes". 

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