Horas antes anunció su propósito: “Te voy a reventar; te mato en cero coma”, según la fiscal
Un ataque de celos del supuesto agresor está detrás de las dos puñaladas que sufrió un policía nacional, en junio de 2020, cuando estaba tomando el aperitivo en una céntrica terraza de la calle Valle Inclán con un grupo de amigos, entre los que estaba la expareja del atacante y entonces novia de la víctima. El agresor será juzgado a finales de este mes en la Audiencia de Ourense. La fiscal reclama casi siete años de cárcel mientras la acusación particular eleva la condena a 12 años y tres meses.
El inculpado, Rubén R.L, alias Rubens o Muñón, un vecino de la ciudad con antecedentes y con fama de violento, hasta la fecha nunca quiso explicar los motivos del acuchillamiento. Las acusaciones sostienen que se trata de la crónica anunciada de una tentativa de homicidio. Horas antes, ya de madrugada, Rubén envió una serie de audios al teléfono de su exnovia pero dirigidos al policía: “Te voy a matar, hijo de puta, me suda la punta de la polla que seas madero; voy a ir a por ti, cuando quieras nos vemos mano a mano, me da igual la jueza, tú (…), en cuanto te vea te voy a echar a tu cuello y te voy a reventar; te mato a ti y a tu familia, te mato en cero coma”. Veinte minutos después del último de los mensajes, a las 14.15 horas, del 9 de junio de 2020, el inculpado se bajó de un taxi y se dirigió a un grupo que estaba tomando algo en una terraza. Entre los allí presentes, estaba su exnovia y el agente policial, al que, según la fiscal, abordó por la espalda para asestarle al menos dos cuchilladas. Los acompañantes trataron de defenderlo por lo que finalmente el inculpado se dio a la fuga, tal como sostiene la acusación pública. El cuchillo, de 19 centímetros y nueve de hoja, apareció bajo un vehículo estacionado en las inmediaciones.
La Fiscalía interesa en su escrito de calificación provisional una condena de seis años y ocho meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de amenazas. La acusación particular pide más: 12 años y 3 meses. Las amenazas y la tentativa de homicidio, en su versión agravada porque, según sostiene, hubo una premeditación. También aprecia un delito más, atentado a la autoridad.
Además de la pena de prisión, el ministerio público añade ocho años de prohibición de comunicación y alejamiento y propone una indemnización a la víctima de 1.650 euros por las lesiones y 1.600 por las secuelas. La acusación particular propone el mismo periodo de alejamiento, pero cuantifica la responsabilidad civil en 15.000 euros