La Policía sostiene que rayó los coches que aparcaban frente a su domicilio porque le impedían aparcar
La fiscal reclamó ayer una pena de multa de 14 meses, a razón de seis euros al día, además de 9.583 euros en concepto de responsabilidad civil, para Eduardo G.G., de 62 años, acusado de un delito continuado de daños.
Según aseguró la representante del ministerio público en el juicio desarrollado en el Juzgado de lo Penal 1, el inculpado se dedicó a rayar 31 vehículos estacionados en las inmediaciones del taller Gonfer, situado en el número 228 de la avenida de Buenos Aires de la ciudad.
Los desperfectos ocasionados a los turismos, que estaban preparados para entregar a los propietarios, provocaron un quebranto económico a los dueños del taller cifrado en algo más de 9.000 euros.
Los hechos, según aseguraron los denunciantes, se produjeron entre el año 2011 hasta febrero de 2013. La única intención que movía al encausado, según dijo la fiscal, era "causar un detrimento económico a J.I.M.G. y M.C.F., ambos propietarios del taller". Estos último acabaron instalando una cámara de videovigilancia.
Según la Policía, se dedicaba a rayar los coches que aparcaban frente a su domicilio los dueños del taller porque le impedían estacionar su propio vehículo.
