JUICIO

Acusan a un hombre de incitar a una niña a tocarle los genitales

La menor, de 7 años, le contó a una tía paterna que un amigo de su madre le metió la mano por las bragas

La fiscal y la acusación particular elevaron a definitivas la peticiones de pena para José Manuel B.A, un vecino de la ciudad de 56 años acusado de abusar sexualmente de una niña de 7 años, en el juicio celebrado a puerta cerrada en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 2. La acusación pública reclama a la jueza una pena de tres años de prisión y el letrado que representa al denunciante, el padre de la menor, añadió seis meses más a la petición de condena. Coinciden en señalar que el encausado, guiado por una conducta libidinosa, cometió un delito de abusos sexuales del artículo 183 del Código Penal.

Por su parte, la defensa planteó la absolución ante, según dijo, la ausencia de pruebas objetivas que permitan desvirtuar la presunción de inocencia y corroborar los términos de la denuncia en la que se basa la acusación. Para ello, hizo valer la declaración de la pequeña en la sala de vistas durante el juicio. Según la letrada que representa al acusado, la niña asegura que estaba dibujando encima de la cama y que el inculpado le tocó las nalgas por encima de la ropa.

“Es un poco aburrido"
La niña sostuvo que José Manuel siempre la trató bien, que le preparaba muy bien el chocolate, como a ella le gustaba... La única pega que puso es que era "un poco aburrido", asegura la letrada. En una escala del 1 al 10, la menor, que el mes que viene cumplirá nueve años, lo puntuó con un 5.
Pero las acusaciones refirieron la denuncia del progenitor en la Comisaría, según la cual la niña le había contado a la tía paterna que el acusado le metió la mano en el interior de las bragas, tocándole los genitales al tiempo que la conminaba a que ella hiciera los mismo a él: "Me tienes que tocar a mí, así tienes que aprender". 

La víctima estaba en casa del inculpado el 13 de septiembre de 2014 porque allí residía la madre, quien ostentaba la custodia de su hija las tardes de los miércoles y sábados alternos entre las doce de la mañana y las ocho de la tarde, en tanto que se encontraba en trámites de divorcio.  En el momento de los hechos, la madre dormía la siesta en el sofá.

La progenitora, según relató ayer, nunca presenció nada extraño en el comportamiento del inculpado, quien, aclaró, no era su pareja. Vivía en su casa porque pasaba por un mal momento económico y José Manuel B.A. le brindó ayuda. El día de los hechos no perdió de vista a su hija salvo un momento en el que bajó a la farmacia. Asimismo, puntualizó durante la instrucción que la pequeña le llegó a decir que ese día quería quedarse a dormir con ella.


Por su parte, el forense que compareció en la vista explicó que en el reconocimiento realizado no halló lesiones traumáticas en los genitales de la pequeña.
La tía de la niña, que fue a quien le confesó los hechos, asegura que su sobrina fue tajante cuando le dijo: "José es un guarro. Me metió la mano por detrás y por delante".

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