La discoteca Macao, cuya actividad fue suspendida por el Concello de Ourense tras realizar obras sin permiso municipal, aplazó para el 25 de enero su cotillón de fin de año, en el que iba a participar una gran cantidad de menores.
La cancelación de la fiesta de Nochevieja y la reticencia a devolver el coste de las entradas si no se solicitaba hasta la 1,00 horas de ayer y justificando la imposibilidad de asistir a la nueva fecha fijada ha provocado decenas de críticas y la constitución de una plataforma de afectados.
Desde esta plataforma sostienen que todo era una "jugada premeditada" porque "sabían desde un principio lo que iba a ocurrir", porque habían recibido la orden "y sabían que les iban a clausurar el establecimiento".
El objetivo de esta plataforma ahora es unificar todas las denuncias bajo un único despacho de abogados, al considerar que la venta de entradas (a 20 euros y algunas, las últimas, a 30 euros ) para una barra libre fue una "estafa" y dejó a cientos de personas sin fiesta de Fin de Año, causando "daños y perjuicios totalmente indemnizables".
Durante las dos últimas jornadas antes del cierre definitivo por parte del Concello, Macao ni siquiera abrió las taquillas.
Algunos afectados ya han acudido a Consumo para presentar una denuncia, mientras que los que solicitaron la devolución fueron citados para el 27 de enero para recibir el dinero.
