El tramo gratuito de la autopista Ourense-Santiago -la comprendida entre la ciudad de As Burgas y Dozón (AG-53), así como el ramal de O Carballiño (AG-54)- seguirá siendo libre de peaje. Al menos así lo aseguró ayer la directora de la Axencia Galega de Infraestruturas (AGI), Ethel Vázquez, en comisión parlamentaria tras ser preguntada por la diputada del BNG Ana Pontón sobre la posible 'privatización' de estas autovías, precisando que lo había anunciado ya el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández.
Según la nacionalista, esta actuación constituye 'una auténtica estafa colectiva' que tiene como 'única beneficiaria' a la concesionaria de la vía, que percibirá unos 1.552 millones de euros de fondos públicos.
Sin embargo, Ethel Vázquez precisó que únicamente saldrá a licitación el contrato de gestión de servicio público, en régimen de concesión, conservación y explotación para liberar a la Xunta de la carga financiera anual que le ocasiona, unos 25 millones de euros anuales de media, hasta 2057.
LA JUSTIFICACIÓN
El objetivo es equiparar la gestión de esa infraestructura a otras como la de Santiago-Brión (que se mantiene mediante canon por demanda) u Ourense-Celanova (con peaje en sombra porque una empresa la construyó y la Administración paga ahora el peaje acordado; la Xunta gana liquidez a corto plazo pero a la larga el coste es mucho mayor). Y justifica el cambio en la importancia de 'minorar el gasto público' comprometido hasta 2057 por ese peaje en la sombra. De este modo, se dispondría de fondos para 'la realización de nuevas infraestructuras' o actuaciones en 'seguridad vial y conservación'.
De todos modos, lo que ha dejado claro es que la licitación que se proponga 'no tiene por qué ser hasta el año 2057'. 'Y no será', apostilló la directora de la AGI, antes de recordar que el mantenimiento de esas vías ya lo hacía con anterioridad 'una empresa externa' a la sociedad pública Aceousa.
Pontón cree que 'ninguna empresa' asumirá la gestión de estas vías 'por hacer un favor a la Xunta' en la reducción de la deuda, sino que lo harán con el fin de lograr beneficios.
En este sentido, señaló que la AG-53 es 'un negocio muy jugoso' para la cualquier compañía, puesto que tiene un peaje en la sombra 'de los más elevados' del Estado. 'Y ustedes lo regalan', censuró.
En su turno de cierre, la alto cargo de la Xunta replicó que la concesión 'no tiene por qué ser vía tarifa', sino que puede hacerse 'por canon de disponibilidad'. De este modo, 'se pagaría en función de la calidad, de la conservación y del servicio'.
Tras apuntar que no hay ningún contrato cerrado, lo que garantizó es que 'la decisión que se adopte será aquella que suponga un beneficio para el conjunto de la ciudadanía gallega' y que mantenga 'el carácter de vía pública libre de peaje para los usuarios en las mismas condiciones que en la actualidad'.
Sin embargo, Ethel Vázquez precisó que únicamente saldrá a licitación el contrato de gestión de servicio público, en régimen de concesión, conservación y explotación para liberar a la Xunta de la carga financiera anual que le ocasiona, unos 25 millones de euros anuales de media, hasta 2057.
LA JUSTIFICACIÓN
El objetivo es equiparar la gestión de esa infraestructura a otras como la de Santiago-Brión (que se mantiene mediante canon por demanda) u Ourense-Celanova (con peaje en sombra porque una empresa la construyó y la Administración paga ahora el peaje acordado; la Xunta gana liquidez a corto plazo pero a la larga el coste es mucho mayor). Y justifica el cambio en la importancia de 'minorar el gasto público' comprometido hasta 2057 por ese peaje en la sombra. De este modo, se dispondría de fondos para 'la realización de nuevas infraestructuras' o actuaciones en 'seguridad vial y conservación'.
De todos modos, lo que ha dejado claro es que la licitación que se proponga 'no tiene por qué ser hasta el año 2057'. 'Y no será', apostilló la directora de la AGI, antes de recordar que el mantenimiento de esas vías ya lo hacía con anterioridad 'una empresa externa' a la sociedad pública Aceousa.
Pontón cree que 'ninguna empresa' asumirá la gestión de estas vías 'por hacer un favor a la Xunta' en la reducción de la deuda, sino que lo harán con el fin de lograr beneficios.
En este sentido, señaló que la AG-53 es 'un negocio muy jugoso' para la cualquier compañía, puesto que tiene un peaje en la sombra 'de los más elevados' del Estado. 'Y ustedes lo regalan', censuró.
En su turno de cierre, la alto cargo de la Xunta replicó que la concesión 'no tiene por qué ser vía tarifa', sino que puede hacerse 'por canon de disponibilidad'. De este modo, 'se pagaría en función de la calidad, de la conservación y del servicio'.
Tras apuntar que no hay ningún contrato cerrado, lo que garantizó es que 'la decisión que se adopte será aquella que suponga un beneficio para el conjunto de la ciudadanía gallega' y que mantenga 'el carácter de vía pública libre de peaje para los usuarios en las mismas condiciones que en la actualidad'.
