TRIBUNALES - OURENSE

"Agredir al personal sanitario todavía sale demasiado barato"

photo_camera Según datos del Sergas, tres de cada diez enfermeros gallegos han sufrido algún tipo de agresión en su lugar de trabajo (ÓSCAR PINAL).

Manuel L. sufrió un ataque físico en su lugar de trabajo; la sentencia impuso 3 meses de prisión al culpable

La enfermería es el colectivo sanitario más agredido en Galicia, según los datos recogidos por el Servizo Galego de Saúde (Sergas) durante el año 2018. En total, 521 profesionales se vieron afectados en la comunidad. "En Ourense, nese periodo, non se recolleu ningunha agresion física, teoricamente, claro", explica Asunción Maus, presidenta de la junta de personal del CHUO e integrante del Sindicato de Enfermería (Satse). "Os profesionais tópanse día a día cunha realidade na que a violencia é habitual, maioritariamente aqueles que traballan en urxencias", añade. Tres de cada diez enfermeros gallegos, según la información recogida por el Sergas, han sufrido una agresión, física o verbal, durante la realización de su trabajo. "O persoal é o parachoque duns usuarios descontentos co sistema", analiza Maus.

El enfermero ourensano Manuel L. se convirtió en uno de esos parachoques en noviembre de 2017: un paciente le propinó un puñetazo porque "quería ver a su mujer". Un año y medio después de denunciar la agresión, la sentencia ha dictado tres meses de prisión y una multa de 15 días a cinco euros diarios al culpable. "Yo creo que agredir a un profesional sanitario todavía sale demasiado barato", asegura, pocos días después de conocer el fallo judicial. 

El agresor, que llegó a las urgencias del CHUO derivado desde el PAC por encontrarse muy agitado, había tomado sustancias estupefacientes. "Atendemos diariamente a mucha gente que viene intoxicada y nerviosa, es un problema que tenemos bastante a menudo", asegura el afectado. A esa realidad se le suma la falta de seguridad de los profesionales del servicio: "Hay un guardia de seguridad que no puede hacer nada y si hay algún altercado tienes que llamar a la policía". El agredido asegura que tanto él como sus compañeroshacen frente a múltiples insultos y amenazas: "Yo me ocupo del triaje en urgencias, es decir, introduzco el problema del paciente en el sistema informático para valorar su gravedad. La gente se crispa por la espera".


"Estamos tirados"


Manuel L. siente que los profesionales sanitarios están "tirados" y "desprotegidos" ante la violencia de los usuarios, tanto por la ley como por el Sergas: "Eres tú solo contra el mundo". Aún así, reconoce que cree que denunciar es el único camino para visualizar este tipo de agresiones, así como para evitar que se produzcan más en un futuro. "Si me vuelve a pasar, denunciaré, aunque todavía quede mucho por andar en este terreno", comenta. 

Después de leer la resolución judicial, el resultado le parece "de coña": "Tomas la decisión de denunciar y empiezas un protocolo larguísimo sin ayuda de nadie, en el que no te sientes protegido por tu propia empresa. El Sergas ni siquiera se presentó como acusación particular, sino que se adhirió a la de la Fiscalía". El enfermero no duda en recomendar al resto de sus compañeros que también denuncie este tipo de situaciones violentas, para que los datos comiencen a ser "realistas" y reflejen su día a día en el trabajo.

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