TRIBUNALES

Una agresión grabada con el móvil en O Carballiño puede costarle prisión

La fiscal reclama una pena de dos años y medio de prisión porque el puñetazo le fracturó la cara y se lesionó la dignidad del inculpado al divulgar el vídeo. El agresor alega que estaba muy borracho

El joven Jacobo J.R. se sentará en el banquillo de los acusados del Juzgado Penal 2 acusado del puñetazo que noqueó a un vecino de Carballiño con problemas de drogodependencia en la Semana Santa de 2018 dentro de un plan para grabar la brutal agresión con un teléfono móvil y difundir las imágenes través de Facebook. Por estos hechos ya fue juzgado y condenado el menor que se encargó de realizar la grabación, quien sostuvo que no sabía que Jacobo iba a pegar al perjudicado.

Los hechos que próximamente llegará a juicio causaron un profundo malestar en villa del Arenteiro. El lesionado, muy delgado y con importantes problemas de salud debido a su toxicomanía, tuvo que ser atendido en un hospital de Vigo por fracturas en el seno maxilar izquierdo así como de la pared inferior y posterior lateral de la órbita izquierda. El puñetazo que recibió la víctima lo lanzó contra un cristal de un local hasta caer en el suelo. Estuvo tres días hospitalizado.

El objetivo no era otro, según la acusación, que "menospreciar la dignidad personal de la víctima, mofarse de su condición de persona desvalida y con carencias derivadas de su drogodependencia".

La Fiscalía califica los hechos como un delito de lesiones con instrumento peligroso en concurso con un delito contra los derechos fundamentales que castiga a los que menoscaban la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillaciones, menosprecio o descrédito, incluyendo la difusión de material. De forma subsidiaria, plantea lesiones graves pero en concurso con un delito contra la integridad moral. En ambos casos, reclama una pena de dos años y medio de prisión, además de 1.440 euros de indemnización para la víctima y 3.361 para el Sergas por las secuelas y gastos médicos, respectivamente.

Los hechos acontecieron sobre las tres de la madrugada del día 31 de marzo de 2018 cuando el agresor, la víctima, que en un primer momento fue reacia a denunciar por temor a represalias, y el menor se encontraron en los soportales de la Plaza Mayor de Carballiño. 


Amplia repercusión del vídeo


El vídeo, que fue grabado por el menor con el teléfono del acusado, fue difundido por las redes sociales e incluso divulgado a través de medios de comunicación de ámbito nacional.

El inculpado, detenido el 25 de abril de ese año, reconoció la autoría de las lesiones pero aseguró que no sabía lo que hacía porque había ingerido mucho alcohol esa noche. Su defensa alega que concurre la atenuante de embriaguez y, por tanto, la libre absolución. Como alternativa, acepta un año de cárcel. 

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