MANIFESTACIÓN

Los indignados ourensanos del agro

Agricultores de Viana do Bolo en A Coruña.
photo_camera Agricultores de Viana do Bolo en A Coruña.

Agricultores y ganaderos ourensanos protestaron en A Coruña  porque no entienden cómo venden en 2020 a precios de 1970: "Miña mai pagaba  80 pesetas polo litro de gasóleo e un, un euro". Pagan el doble de antaño y solo obtienen la mitad. 

Y después de varias semanas del sector primario en pie de guerra en media España, el agro ourensano dijo basta. Aunque aún son pocos, amenazan con ir a más. Decenas de agricultores y ganaderos acudieron este miércoles a la llamada del sindicato Unións Agrarias para concentrarse ante la Delegación de Gobierno de A Coruña en reclamación de unos "prezos xustos". El sector agroganadero ourensano estuvo ejemplificado en dos comarcas –A Limia y Viana– donde el sector primario tiene una importancia especial, en el primer caso por la agricultura en torno a la patata y el cereal; y la segunda por el potencial ganadero.

"Que se poida conseguir que os produtores poidan vivir do seu traballo", fue el deseo expresado por Amador Díaz Penín, micrófono en mano, a las puertas de la Delegación del Gobierno. Él es presidente de la Asociación de Produtores de Pataca da Limia, así como teniente de alcalde de Xinzo, donde también ejerce como concejal de Medio Rural. Sabe las penurias que sufren en su comarca, donde las cuentas las hacen acumuladas en tres años porque es imposible tener ganancias en muchos periodos, obligados a vender a pérdidas. 


Precios a la baja


La subida de precios en origen es  algo crucial para ellos. "Ao mellor 2,3, ás veces 4 céntimos supoñen para nós a continuidade dunha explotación. En Xinzo pagan a 0,12 e na Coruña venden a 1,21", dijo Díaz. Los precios, principal reivindicación de este movimiento, son solo la punta del iceberg de unos gastos que van in crescendo y que ponen al límite a muchos pequeños empresarios, cooperativas y autónomos, también los del sector ganadero que comercializan la carne. "A miña mai pagaba 18.000 pesetas de autónomo, eu pago 300 euros , 50.000 pesetas; a miña mai pagaba polo litro de gasóleo agrícola 80 pesetas; eu pago un euros, 166 pesetas; a miña mai cobraba polo kilo de tenreira 800 pesetas, eu cobro 4,20 euros, que son 750...", lamentaba la responsable comarca de Viana, María Páez, que lideraba la expedición llegada desde esta comarca y que se dejó oír.


"Vivir do noso traballo"


Un grito de auxilio resuena entre los ganaderos vianeses. "Que queredes que fagamos? Queredes que sigamos así ou queredes cambiar?". Y es que el sector de la carne lo está pasando "moi mal".  No solo la leche es la que alza la voz. Y su cabreo lo mostraron este miércoles en las calles de la ciudad herculina. ¿Qué piden? Seguir trabajando en lo suyo, porque, dijo Páez, están "orgullosos de ser quen somos, de ser gandeiros, e orgullosos do noso traballo. Só queremos vivir del libremente, se destrúen o sector primario, destrúes o país".  Ella confiesa que se arrepiente, pero seguirá siendo ganadera "ata o final". 

El número de personas trabajando el sector primario cayó en la provincia en 700 unidades en una década, situándose a cierre de 2019 en 4.524. A Limia, con sus subidas y bajadas es la que mejor aguanta, ya que junto a Verín y Valdeorras ha conseguido ganar trabajadores desde 2015. Ahora, ya son mil los trabajadores limianos en el sector. 


Imposible empezar de cero


Los empresarios de A Limia decían la semana pasada que pese a todas las dificultades "estamos notando incorporacións", aunque no todos son optimistas. "Non hai novas incorporacións, son relevos xeracionais. Quen vai poder hoxe comezar de cero nunha explotación na comarca da Limia? Ninguén", aseguraba este miércoles el presidente de los productores de patata. En el ambiente también quedaban claro los deberes pendientes con la principal comarca agrícola no solo de Ourense, sino de toda Galicia: el plan de regadío. Llevan tres décadas esperando por él, para ser tan competitivos como Castilla y León o Andalucía. 


El vino, también


Se sienten hastiados. También emen el vino. "Producir un kilo de uva na Ribeira Sacra é distinto a facelo na Mancha",  aventurando que si los intermediarios "levan todo"  los pequeños acabarán desapareciendo también en ese sector. La paciencia dura, pero... ¿hasta cuándo? 

 

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