ECOAGRO

El agro ourensano mezcla calma tensa y resignación ante las revueltas

Concentración del sector agroganadero en Viana, en 2017.
photo_camera Concentración del sector agroganadero en Viana, en 2017.
El campo ourensano se reconoce en la lucha de sus colegas del sur, víctimas de los costes de producción

De momento, el campo ourensano se debate entre la calma tensa y la resignación, sin todavía plantearse la unión a las protestas que se han desatado en el sector agrícola en todo el país, bajo el lema 'Agricultores al límite'. "Aquí parece que estamos xa resignados desde hai anos", sostiene Anxo Pérez Rúa, técnico de Sindicato Labrego Galego en la zona de A Limia. 

La situación no es la misma que en el resto de España por el minifundismo, por ello no se ha producido el mismo estallido social ante el alza del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Pero sí se comparten otras preocupaciones, como el aumento de los costes de producción y la asfixia de los intermediarios. Tanto es así que, de no tomarse medidas, también podría haber movilizaciones.

"Actualmente, o aumento do SMI non afecta tanto como a outras zonas de España, porque a maioría dos agricultores e gandeiros galegos son autónomos e non teñen ningún empregado", destaca Francisco Bello, presidente de la Asociación Agraria de Galicia (Asaga). Coincide con Pérez, que apunta a que "o convenio xa estaba por riba deste SMI, non lle afecta para nada". 

Pese a todo, en la única comarca donde sí vive una gran parte de la población del sector primario sí notan el encarecimiento de precios. "O custo de producir un quilo de pataca é de 10 céntimos, sen contar amortizacións, e véndese de media a 13 céntimos, xógase con marxes moi pequenos. Se vén o ano bo sae adiante, pero hai anos malos", indica Servando Álvarez, director del Centro Agrogandeiro de Xinzo.

De momento, hay una especie de "calma tensa", como definen desde Unións Agrarias, sindicato integrado en UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) y una de las centrales que está moviendo las protestas a nivel nacional.

"O problema é diferente, temos un problema de xestión de prezos e da Lei da Cadea Alimentaria", especialmente agravado en la leche –que no afecta a la provincia de Ourense–, lo que mantiene todo parado. "Estamos tratando de negociar coas empresas", señalan desde UU.AA., lo que les obliga, de momento, a respetar los tiempos.

Desde Asaga no descartan nada a partir de ahora. "Estudiaremos como evoluciona a situación e non descartamos realizar algunha acción en defensa dos intereses do sector se fose necesario", subraya Bello.

Fauna salvaje, preocupación

"Isto dos precios xa vén de tempo, aquí estamos máis preocupados do xabarín e o lobo, sobre todo os pequenos agricultores, que doutra cousa", apunta Artemia González, una de las pequeñas productores que vende en el rianxo de la Plaza de Abastos de Ourense.

"O problema do prezo existe, o intermediario come o pastel. Sucede na pataca, o produto estrela, pero tamén na horta, non tanto no trigo, onde se regula o prezo a nivel estatal", explica Álvarez desde A Limia, epicentro del agro ourensano. A esto se une, dice, la sensación de que "ningúen conta con eles". 

En ello coincide Anxo Pérez, que también sostiene que los costes de producción se "disparan, aunque cree que "non é algo novo". Sin embargo, achaca la falta de movilización en la zona al "cansazo xeneralizado". También critica el "mal reparto de axudas" que realiza la Administración. 

El tiempo o la dificultad para tener terrenos, dolores de cabeza

Los principales lamentos de los ganaderos y agricultores de la provincia son los continuos ataques de la fauna salvaje. "Non é que aumentara a poboación, senón que caeu moito o número de explotacións agrogandeiras, e os ataques están menos repartidos", indica Anxo Pérez, del SLG. "Hoxe en día non podes gastar tanto diñeiro en cubrir as fincas e cerrar todo, menos en Ourense, onde hai fincas moi salteadas e non hai propiedades grandes", indica Artemia González, pequeña agricultora. Ella sí indica que los precios "ponos a demanda, máis ca nós. Se non podes vender a dous, vendes a 1,50. Ao final, o cliente vai marcar o prezo". Hoy en día, reconocen que la agricultura está tocada en la provincia. "O meu marido e eu cultivamos e levamos aquí toda a vida, pero para os novos isto non lles dá hoxe en día para vivir, case non hai quen cho compre a prezos competitivos", añade González. En la misma línea apunta Servando Álvarez, que "se tes que empezar de cero, como veñan dous ou tres anos malos hai que pechar". En ese sentido, destaca que "os que poden telo máis fácil son os que seguen coas explotacións da familia e teñen terreos propios. Do contrario é moi difícil, se ben é certo que a Xunta axuda moito, para cambiar maquinaria e investir na explotación...". Y es que los años malos son lo más negativo. "

Y es que en A Limia están acostumbrados a que "os beneficios hai que buscalos a 5 anos vista, compensando os anos bos cos malos para ver se é rendible", apunta Pérez. Este sindicalista lamenta también que se estuviera fomentando las explotaciones de intensivo, "co problema de contaminantes que iso traer, porque increméntanse os residuos a xestionar". 

Con todo, los principales problemas en Ourense, indican las centrales que representan a los agricultores, son el acceso a las tierras, la fauna salvaje, el precio y los problemas meteorológicos. "O tempo tamén é o quebradeiro de cabeza, cambia todos os ciclos", subraya González. 


“O prezo final cuadruplica o de orixe", critica el sector de la patata


Los productores de patata o aceite en la provincia, uno el producto estrella, y otro uno de los que más al alza está, apoyan totalmente las movilizaciones que se están dando en gran parte de España, especialmente en el sur peninsular. "Paréceme moi ben que saian a protestar, no campo estase sufrindo as consecuencias polas diferenzas do prezo en orixe, que se cuadriplica ao final", apunta Amador Díaz, presidente de la Asociación de Productores de Pataca de A Limia.

En muchos casos, en esta comarca agrícola se ven abocados a vender tanto la patata como el cereal por debajo del coste de producción. "Hai anos que se ten vendido o kilo de pataca a 4 céntimos, cando custa entre 9 e 11 céntimos producila. O mesmo ano que nos pagaban iso, despois vin un quilo na praza de abastos da Coruña a 90 céntimos. Iso é o que non é xusto", añade Díaz, que recuerda que ante los bajos márgenes que manejan, "facemos a conta cada tres anos"

En este sentido, no comprenden que mientras se ha revalorizado el gasoil  u otro tipo de productos, el precio de la patata se mantenga "invariable" en los últimos 25 años. Sí deja claro Díaz que "nos parece bien que se lle suba o salario á xente, pero ten que vir acompañado doutras cousas". 

Puede haber movimiento

Aunque de momento no ha habido movimiento, A Limia siempre ha sido una zona reivindicativa, y el presidente de los patateros no descarta que pueda haber movilizaciones en este sentido.

Otro de los que ve con buenos ojos las movilizaciones en media España es José Antonio García, presidente de la Asociación de Productores de Aceite de Galicia: "Parécenos estupendo, a ver se por fin toman o rural en serio". Lo que sí deja claro García es que del problema de la baja de precios también "temos parte de culpa" los agricultores. Y es que "moitas veces non nos apoiamos e a maior parte das veces apóstase máis pola cantidade que pola calidade", lo que hace que se pierda valor en los productos. En este sentido, destaca la labor que se está haciendo con el aceite en Ourense, buscando la calidad, para diferenciarse. "Tócanos pelexar pola calidade", incide García.

Te puede interesar