Los vecinos han colocado carteles de alerta y barajan como opción instalar cámaras de seguridad
Los vecinos de la hilera de inmuebles comprendidos entre los números 40 y 42 de la avenida Otero Pedrayo, frente al Campus de Ourense, se muestran alarmados ante la aparición del fenómeno del robo exprés en una zona que los vecinos definen como "tranquila". Esta calle ha sido "siempre segura desde que yo estoy aquí, que vine con estos edificios recién estrenados hace 15 años", asegura una vecina que pide mantener el anonimato.
El robo que disparaba la alarma se producía hace 15 días, en el número 42A de esta avenida que enlaza con la carretera de Trives. "Nosotros estuvimos fuera entre las 17,00 y las 22,00 horas y, según nos dijo la Policía, los ladrones se llevaron todo por el método del robo exprés, de esos que realizan en un cuarto de hora, llevándose dinero y joyas", señala la dueña de un inmueble asaltado en la zona, que pide mantener el anonimato.
"El mismo día que se produjo el nuestro, nos dijeron los agentes de la Policía Nacional que se habían registrado otros dos en la calle Dalí, en el barrio de O Couto, y otro en Sáenz Díez, todos con el mismo método del robo exprés", subraya. Más próximo aún, "en el edificio de enfrente de mi madre, que vive también en As Lagoas, a un matrimonio que conocen mis padres también le entraron", recuerda.
Por otra parte, con esta misma técnica fue llevado a cabo el robo en el número 18 de avenida de Santiago, frente a la Plaza de la Marina, el pasado 9 de septiembre. En esa ocasión se llevaron 2.000 euros y varias joyas tras forzar la puerta en ausencia de sus dueños.
La víctima de avenida Otero Pedrayo añade que en el sufrido por ella, "a la niña le llevaron la hucha con los 325 euros que tenía ahorrados; la pobre se llevó un disgusto" y explica que no se fijaron, sin embargo, en la tablet o la termomix, "que cuesta una pasta, supongo que porque era mucho bulto, y la tablet porque tiene un sistema de localización y no les interesaba".
También se llevaron los bolsos que tenía en la entrada con las tarjetas de crédito, "que tuve que anular", así como los permisos de conducción, y el dinero que contenían, "que no recuerdo cuánto era".
Apunta que "en este edificio somos ocho vecinos, pero en verano han quedado solo dos, y barajamos la idea de instalar una cámara de seguridad que controle el portal; estamos pendientes de una reunión de la comunidad de vecinos para aprobarlo".
Otra vecina, Cristeta Yáñez, añade que "en nuestro portal han puesto ya un cartel indicando que ante la aparición de robos en la zona y por nuestra seguridad, mantengamos la puerta del portal cerrada y no habramos a desconocidos". Se muestra preocupada por la situación y apunta que, en todo caso, "ya hemos hablado los vecinos sobre la posibilidad de poner alguna alarma o algún sistema de control, aunque estamos pendientes de tener la reunión".
