Los concellos aplauden el mayor control a las parroquias de riesgo, aunque recuerdan la importancia de "ir máis alá de normas"
La puesta en marcha por parte de la Consellería de Medio Rural de una ronda de reuniones con concellos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y agentes sociales para ejercer un mayor control sobre las parroquias de alta actividad incendiaria, principalmente localizadas en la provincia de Ourense, donde se concentran 52 de las 77 que hay en Galicia, es valorado como una " buena noticia" para los alcaldes de los concellos afectados por esta situación, pero insuficiente, al entender que para llevar a cabo una labor eficaz e integral es necesario contar con una mayor dotación de medios e "ir máis alá das normas", apuntando que la legislación se ve superada en muchas ocasiones por las distintas realidades y particularidades de cada zona.
Es lo que sucede, por ejemplo, en aquellos municipios que comparten frontera con Portugal, como Muíños, Lobios o A Gudiña. El alcalde del primero de estos concellos, Plácido Álvarez, pone el foco en esto. "De pouco vale que nos preparemos se dende Portugal veñen como veñen, iso hai que poñelo sobre a mesa e mirar para o país veciño", indica Álvarez, que fuera de esto, reconoce que "moitas veces é un querer e non poder", en alusión a la imposibilidad de cumplir con lo que marca la ley. "Hai que saír dos despachos e poñer todos da nosa parte, algo máis que normas, que están ben, pero poñamos medios", comenta el regidor de Muíños, que clama desde hace tiempo por un nuevo tractor para desbrozar.
Pros y contras
Su homóloga de Lobios, María del Carmen Yáñez, afronta las reuniones con "ánimo de escoitar, porque sempre é positivo, pero tamén para pór de manifesto as limitacións que temos" en esta materia: "Levamos moito tempo reivindicando unha motobomba e non a temos, por exemplo".
Desde A Gudiña, José María Lago valora la necesidad de "conseguir unha maior coordinación para conseguir un mando único que evite que os medios estean mal xestionados".
Por su parte, el alcalde de Manzaneda, Félix Domínguez, valora la configuración de estos nuevos comités "como algo bo para concienciar e continuar informando sobre a nova normativa", pero recuerda que "fai falta cambiar a estratexia e non meternos a nós a pataca quente, senón que busquemos traballar doutra maneira".
En Laza, en la comarca verinente, el regidor, José Ramón Barreal, que también trabaja en la lucha contra el fuego por su profesión, apunta que "a miña ignorancia sobre o tema é cada vez maior, resulta imposible adiviñar a que obedecen certos incendios, xa que queimar é moi fácil". El alcalde ve, por tanto, "interesante saber o que quere a xente e trasladar toda a información".
En otro de los concellos con alguna parroquia de alta actividad incendiaria como es Maceda, su máximo responsable, Rubén Quintas, coincide en que "la culpa siempre la tienen los incendiarios", pero reclama "apelar al sentido común cuando nos digan que la maleza crece, porque los concellos no pueden acometer directamente todo lo que se les pide".
Por último, la alcaldesa de Melón, Cristina Francisco, apunta que la "unión fai a forza para prevenir e saber quen planta o lume", pero anima a ver más allá de esto y recuerda que "os concellos non damos abasto para cumprir coa lei, polo que necesitamos axuda".
