TRIBUNALES - ESTAFA

Una empresaria ourensana alega que no acabó la obra porque ingresó en la cárcel

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photo_camera Jacinta S.R. y José Manuel V.M., en la sala de vistas de la Audiencia.

Fue denunciada porque realizó una reforma por 9.000 euros y se le habían entregado 67.445

La empresaria Jacinta S.R. y su marido, José Manuel V.M., fueron juzgados ayer en la Audiencia provincial por un delito de estafa. Un matrimonio joven se querelló porque hicieron tres entregas de dinero de hasta 67.445 euros pero los trabajos ejecutados en la casa que debían reformar -obra con llave en mano- en As Teixugueiras (Cartelle ascendieron a 9.000.

Pese a que los que la empresa de reformas Maruxía Kids pertenecía Jacinta S.R , la acusación particular que ejercen los perjudicados, así como la fiscal, aseguran que su marido también tomó parte en el engaño.

La inculpada exoneró de todo tipo de responsabilidad a José Manuel V.M.: "Mi marido no entiende nada ni de construcción ni de ropa (...). No tiene nada que ver, solo pagó una factura porque yo estaba muy ocupada". Las acusaciones sostienen que el dinero entregado se cargó en una cuenta en la que él era el titular, pero, según dijo el aludido, "hacía años que no la utilizaba, tan siquiera sabía que estaba activa".

La empresaria recalcó que su intención siempre fue culminar la obra, para que establecieron un plazo de seis meses, pero hubo contratiempos. Primero, una grave enfermedad -cáncer- que la mantuvo ingresada en una clínica del dolor de Madrid y posteriormente su ingreso en prisión para cumplir una condena de tres años de la Audiencia de Ourense de noviembre de 2013 por estafa (el cobro de dos pagarés por obras no realizadas en un geriátrico). "La obra quedó interrumpida porque ingresé en prisión, fue una causa de fuerza mayo", aseguró a la sala.

Por su parte, los perjudicados explicaron que "pese a que las obras apenas avanzaban" realizaron hasta tres pagos porque la encausada les decía que precisaba el dinero para la compra de material. Dieron el paso de denunciar cuando, según su versión, el entonces representante de la empresaria les dijo, cuando fue a ver la obra, "búscate a un abogado que esto es un engaño".

Los pagos los realizaron con el dinero de un préstamo otorgado por Abanca, condicionados, según dijo una empleada, al avance -unidades de obra- y presentación de facturas.

Según la versión de los querellantes, nunca se les ofreció devolver el dinero aunque sí acabar la obra, "sin darle más dinero porque había remanente", algo que no se llevó a cabo

La fiscal reclama siete años de prisión y 20 meses multa (10 euros al día) para Jacinta y cinco para su marido, además de 18 meses multa con el mismo importe. La acusación particular 9 años y nueve meses (también aprecia falsedad documental y 34 meses multa a 20 euros para la inculpada. La petición de condena para su marido la fijó en siete años y nueve meses y 27 meses multa. 

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